El señor Grap vivía solo. Había estado casado alguna vez, pero no tuvo hijos en su matrimonio, y un día su esposa lo dejó. Vivía en un pequeño departamento del que salía únicamente para ir a trabajar.
La pasión del señor Grap eran los crucigramas. Compraba todas las revistas que los traían, y si estaba suscrito a un periódico era únicamente porque su crucigrama le gustaba. Vivía para hacer crucigramas este señor Grap.
Cierto día le sucedió algo muy extraño. Estaba resolviendo un crucigrama y puso “flor” donde decía: “Brote vegetal con pétalos”. De repente sintió algo en su mano: era una flor. Luego escribió “pan” en el lugar correspondiente a: “Porción de harina y agua que se cuece en un horno y sirve de alimento”. En eso apareció un pan sobre la mesa.
Ahora el señor Grap busca afanosamente un crucigrama que diga: “Persona del sexo femenino”. La respuesta es “mujer”.
¡Hasta mañana!...
Mirador
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