La frase original era “Cuando el destino nos alcance”, es muy conocida no solo por lo que significa en sí misma, sino porque hace referencia a una película de los setenta titulada Soylent Green, que sin duda fue una gran historia de ciencia ficción presentando una situación apocalíptica de escasez de recursos naturales en el planeta, entre ellos el agua y los alimentos.
En dicha historia el actor Charlton Heston interpreta a Thorn, un detective que vigilaba las calles de Nueva York del futurista año... 2022. Para nosotros fue el año pasado, en el cual más o menos se controlaría la pandemia de covid-19 en México. Por cierto, recuerdo como un evento realmente catastrófico que no creo olvidar fácilmente y donde la higiene era lavarse las manos con agua y jabón; cubrirse la boca, manos y cara; y usar todo tipo de sustancias (tierras raras para el tapete, gel, alcohol, etcétera) resultaba hasta paranoico para combatir al virus y evitar morir.
En fin, regresando al filme el cual mostraba que la industrialización del siglo XXI llevaría a la sobreexplotación de los recursos naturales, al hacinamiento, la contaminación y el calentamiento global, causantes del efecto invernadero que llevaría a un desastre ecológico planetario, lo cual implicó sequías y escasez de agua y alimentos, a los que solo unos cuantos podían tener acceso.
En lo que respecta el tema del agua, cabe recordar que sólo 29% del agua superficial se ubica en la zona norte, en donde además el 95% de la sequía se concentra precisamente en estas regiones y en el centro del país. Dicha situación se plantearía precisamente el 22 de marzo (Día Mundial del Agua) durante la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) celebrado en Oaxaca; en donde se hizo énfasis que “el destino ya nos alcanzó”. Una muy dura frase, pero quizás realista si consideramos que, en el norte del país, se presentan altos consumos de agua no renovable y baja disponibilidad de esta; además de una precipitación anual por debajo de la media nacional; un clima seco y semiseco extremoso. A lo que se suma que la sequía en esta zona del país se ha ido incrementado en un 55% en los últimos años (IMCO, 2022).
Lo datos anteriores, no son el guión detallado de la película sino la serie de efectos ambientales que se han dado por el cambio climático, los que se han acentuado en las últimas décadas. En donde el ciclo del agua ha sido el más afectado y con ello los ecosistemas de las cuencas nacionales y trasfronterizas del norte de México. Por ello, las acciones para mitigar y resarcir los daños hídricos requieren un monitoreo del uso del agua de los sectores altamente consumidores: agropecuarios, industriales, urbanos entre otros, así como evaluar y actualizar la delimitación de los acuíferos e invertir en la modernización y conservación de la infraestructura hídrica para lograr una gestión eficiente en donde se involucre a todos los actores y logre otorgar el derecho humano al agua y saneamiento. Esto a razón de evitar que la falta de agua sea una amenaza para el desarrollo económico y social que esta región del país requiere, la cual además comparte con el país vecino.
Así, si no logramos acelerar el paso, en la inversión en infraestructura y planeación para asegurar la disponibilidad del recurso tanto para la población creciente, el cumplimiento de los acuerdos transfronterizos. La frase con la que iniciamos pasa a ser “cuando el destino nos rebasó”, por ello se requiere que se involucren los tres órdenes de gobierno, el sector privado, la academia y la población para tomar decisiones equitativas que permitan solventar la demanda creciente y la sequía del agua en la región norte.
Todo lo anterior nos llevaría a lograr que la frase de este año en el Día Mundial del Agua fuera “Sé el cambio que quiere ver en el mundo para que el destino no nos alcance”. Ojalá que podamos lograrlo juntos. ¿No lo creen?