EN VOZ ALTA

Terroristas

Escrito en OPINIÓN el

Recientemente se ha puesto de nuevo en la palestra pública la ya trillada amenaza gringa de utilizar como excusa la violencia generada por ellos mismos, a través de los carteles domésticos de la droga, para volver a proponer la por demás descabellada idea de una intervención armada en nuestro país. Y aunque esta ocurrencia parezca provenir de solo unos cuantos extremistas republicanos trasnochados, lo cierto es que esta actitud fascista retrógrada y por demás beligerante propia de una época histórica que más se asemeja a la barbarie supremacista del Tercer Reich supuestamente hace mucho tiempo atrás superada, mas bien es un sentimiento que se encuentra más vivo que nunca entre una gran mayoría de los norteamericanos sin que el partido en el que se milita sea una condición que lo caracterice. Por cierto, y aunque da pena decirlo, dicha similitud entre los Nazis y los Blancos Anglosajones Protestantes (WASP, por sus siglas en inglés), están íntimamente relacionados en su actuar y parecer con los que acá en suelo mexicano se les conoce como Whitexicans, que no son mas que una suerte de terroristas conservadores traidores a la patria.

De hecho, si nos molestamos en analizar el trasfondo de lo que hemos atestiguado en las ultimas semanas a partir del veredicto unánime y demoledor de culpabilidad al narcotraficante íntimamente relacionado con los gobiernos panistas de Vicente Fox y de Felipe Calderón, Genaro Garcia Luna, podremos comprender que el cuento chino de querer encuadrar al país entero como el culpable de la epidemia de los opioides que ha causado la muerte de cientos de miles de personas en los Estados Unidos por sobredosis, es una estrategia mas que se suma a las tácticas politiqueras de guerra sucia en la carrera electoral por la presidencia de aquel país vecino, y que acá en México se aprovecha por la oposición al gobierno de la Cuarta Transformación, para colgarse de la vieja, y también trillada narrativa, de causar miedo entre la población para aterrorizarla con el objetivo perverso de desinformar de manera subliminal a un electorado aspiracionista que aún se deja influenciar por estas patrañas. Lo único cierto de todo esto es que, tanto a los gringos extremistas, como a los conservadores mexicanos, los une el autoritarismo, el odio, el racismo, el clasismo y la violencia.

Dicho esto, resulta difícil de creer que este plan disparatado de unos cuantos xenófobos ilusos vaya a causar el efecto que se busca de arrebatar la elección al pueblo sensato y sabio, más aún cuando existe una excelente relación de amistad entre los mandatarios de ambos países, pero, por sobre todas las cosas, estamos, hoy mas que nunca, necesitados de que la relación comercial se intensifique en un pie de igualdad, respetando siempre nuestras soberanías. Luego entonces, para estar en posibilidad de darle su justa dimensión a los aires de intervencionismo solicitados a gritos y de rodillas desde este lado del río por los cómplices de García Luna, y desde allá por los cobardes, irresponsables e hipócritas gringos que teniendo la posibilidad de combatir y prevenir tanto la distribución, como el consumo indiscriminado de fentanilo, prefieren jugar a las guerritas en países extranjeros dotando a los carteles de armamento, lavando y blanqueando sus capitales, para después amenazar con convertirlos en terroristas para ganar elecciones. Mientras las farmacéuticas y las armerías se llenan los bolsillos de dinero sucio a costa de la muerte de sus jóvenes, y los nuestros. ¿Ahora quiénes son los terroristas?

ADENDUM

El 18 de marzo de 1938 Lázaro Cárdenas del Río expidió el decreto de la expropiación petrolera, el cual consistió en la apropiación legal por parte del gobierno del petróleo que explotaban 17 compañías extranjeras, las cuales en ese momento tenían el control de la industria petrolera.

El próximo domingo estaremos conmemorando esta gran decisión patriótica del presidente Cárdenas, en el Zócalo de la Ciudad de México. Pero también estaremos celebrando la segunda expropiación del petróleo de nuestro país, ya que todo lo que se ha logrado en estos primeros cuatro años y medio del gobierno de la Cuarta Transformación, bajo el liderazgo del presidente Andrés Manuel López Obrador, al arrebatarle, de nuevo, el control de la industria a los extranjeros y a sus cómplices terroristas conservadores domésticos, ha sido una verdadera hazaña.

Este es otro de los tantos motivos por los que nos quieren intervenir.

Pero gracias a la decisión de la gran mayoría del pueblo, México ya dejó de ser colonia, y no lo volveremos a ser. ¡Jamás!