La confirmación de la nueva giga fábrica de Tesla en el vecino estado de Nuevo León, tiene un origen e impacto que sin ningún mérito para Samuel García aunque, claro, así lo quiere vender, incluso con la exageración que le caracteriza de tildarla como la más grande del mundo.
Sin duda es una gran noticia, pero no obedece realmente a gestión alguna de los neoloneses, incluso la idea de parte de la empresa de Elon Musk estaba desde antes de que comenzara la administración de García, según trasciende, pues son proyectos que requieren tiempo de diseño y análisis para llevarse a cabo, además de que se decide en base a ubicaciones estratégicas y otros factores en los que la administración estatal en curso no tuvieron nada que ver.
Tamaulipas se verá beneficiado en todo esto, claro, y sobre esto la secretaria de Desarrollo Económico en el Estado, Ninfa Cantú Deándar, adelantó que varias fábricas entrarían al tema de la proveeduría de diversos componentes para la fabricación de autos eléctricos y otros productos de Tesla, de hecho antes de que cobrara tanta fuerza el proyecto a gran escala en México, en Nuevo Laredo dos plantas de Aptiv ya se dedican por completo a fabricar piezas para la empresa de Elon Musk.
Debemos estar contentos de la llegada de un proyecto de esa magnitud a nuestro país, pues traer a México y a los mexicanos la fabricación de los productos de Tesla implica un tema de confianza en que gran parte de la mano de obra calificada, especialistas y demás, podrán ser encontrados en el país con el nivel para participar en avances tecnológicos de esta magnitud, pero tampoco hay que creerle todo a Samuel, quien con frecuencia o más bien ya por default se ve exagerando sus declaraciones y atribuyéndose logros con tal de tratar de reivindicarse o mejorar su imagen que ya se vio muy desgastada entre los neoloneses e incluso en el resto del país por diversos aspectos como un mal actuar ante la sequía, feminicidios, entre otros temas por los que ha sido duramente criticado.