DESDE LA FRONTERA

Un emblema en el siglo XXI mexicano

Escrito en OPINIÓN el

1. Hace años, en la “nota roja”, se leía sobre un grupo en México llamado “La Mano con Ojos”. Recién llegado de España, eso me remitía a uno de los emblemas de Andrés Alciato (trad. de Bernardino Daza Pinciano, 1549): “Vivir templadamente y no creer de ligero”. Es por eso que uno de los versos del epigrama dice: “Mira la prudente Mano con ojos que jamás fue vana por creer lo que ve tan solamante”.

2. También Saavedra Fajardo (Empresas políticas, emblema 51) señala como lema: “Confía y desconfía. Siempre con ojos la confianza”. El motivo o imagen es mucho más completo: “Una mano, que surge de una nube situada a la izquierda de la imagen, se dispone a estrechar otra que sale de otra nube en el extremo contrario, en cuya palma y dedos aparecen representados ojos”. La mano cubierta de ojos se analoga al príncipe prudente. Se nos incita a estrechar la mano como si pusiéramos ojos en ella, alerta a la traición.

3. Destaco de ese emblema lo gráfico de juntar dos sentidos, tacto y vista. Esto habla de una fuerza supra corporal, por combinación de partes del cuerpo. También, paradójicamente, ¡es un troceamiento corporal asumido positivamente, por alegórico! Las partes del cuerpo desgajadas son ejemplificantes. En nuestro crudelísimo México el sentido es otro: decapitaciones y troceamientos ejemplifican castigo y ocultamiento de identificación del muerto. 

4. La mano con ojos es, también, un detente o talismán, en decoración, amuleto, patena, medalla, bordados, pendiente, aldaba. Noelia Silva (2013) estudia que en la musulmana “mano de Fátima” prima la protección frente al mal de ojo (aojamiento), con precedentes como la mano del Dios monoteísta (Dextera Dei; la iconoclastia obliga a ocultar el cuerpo divino) y antes, la mano pantea egipcia. Esta multiplicidad icónica la divulga el proyecto web House of Good Fortune (“Hand Amulets: Mano a Mano a Mano...”).

5. Destaco lo popular de la jamsa (número cinco en árabe; de ahí el símbolo de cinco dedos exendidos). La jimsa es la mano pequeña castellanizada, llamada “gumça” en los reinos hispanos del siglo XV (Felipe Maíllo apud Luis Antonio Santos, 1985, n. 18). Son — como las mano de María o la formada en sus dedos por santos, entre católicos, o Miriam (hermana de Moisés) entre judíos (Silva, p. 22) — amuletos profilácticos: “gesto de recitación de la fórmula [...] cinco en tu ojo”, revulsivo quiromorfo contra quien aoja (p. 18).

6. El siguiente fragmento —en jaquetía o lengua judeoespañola de los sefardíes del norte de Marruecos, de ahí que algunas palabras extrañen— capta la ceremonia social, que absorbe lo supersticioso: “El miércoles por la maniana el Jajam mató una vaca y en la sangre, la madre de la novia ponía la palma de la mano y la marcaba en la pared de la entrada de la cazza. Esa jamsa para escapar de âinara los novios” (Casamiento de mis padres en Alcazarquivir Marruecos, pfo. 8).

7. En una historia del novísimo “libro rojo” mexicano, “La Mano con Ojos” era un grupo de pistoleros de los Beltrán Leyva, activos en 2010-2016, fundado en Acapulco y que buscaban operar en el Valle de México tras la captura de E. Valdez (Reforma, 13/7/12). Este “alias inquietante” (Mauleón, 24/8/17) pasó a apodo de un sinaloense, ex ministerial/ex municipal/ex cabo de infantería de Marina, formado kaibil, que reconoce 600 asesinatos. Dice en un video, tras su captura en 2011:

— Ahora sí le picaron los ojos a la mano.

Y explica la razón de su apodo:

— Porque todo lo veo. Todo lo escucho.

Refuerzo, intimidación, llamar la atención.

8. Después, la prensa habla —para CDMX—  de dos individuos, un alias La Mano y otro El Ojos (Reforma, 20/7/17). Luego, la imagen emerge en Puebla. Una foto de la Jornada de Oriente (21/3/19) muestra, junto a un desmembrado, un cartón firmado: La Mano con Ojos N.V. [nuevo] Imperio. Dibujados también, unos ojos apenas esquemáticos, ovalados, de caricatura, de sonrisa desmoralizadora...

La potencia de los puntos suspensivos del emblema.