Pues Naturgy, que toda la vida conocimos como Gas Natural, dejó colgadas a varias empresas con el suministro…de gas, obviamente, y se trata de una empresa con una muy mala reputación en la ciudad.
Muchos recordamos cuando la empresa fue adquirida por otra de origen ibérico a mediados de los noventa y de ahí a la fecha, todos los aspectos del servicio fueron cayendo de la gracia de los usuarios neolaredenses; claro que no quiere decir que el origen de los dueños sea la causa, sin embargo sí marcó un antes y un después.
Las quejas son muchas y con el tiempo en lugar de afrontarlas, optaron por no dar la cara, pues ya no existe una forma presencial de atenderlas, y el usuario solo puede intentar contactar a través de una interminable maraña en el servicio automatizado telefónico, para que al final no poder quejarse con ningún ser humano.
Claro, para cobrar hay un sistema que los favorece enormemente, pues ahí sí hay puntualidad y -según los usuarios- hasta cobran reconexión cuando aún falta un día para que se venza el recibo, esto aunado a sus dolosos ‘gastos de cobranza’ y otros conceptos que hacen de la experiencia algo muy negativo, y ya ni hablar de los altos costos.
Fue precisamente su mal servicio que fortaleció a la industria del Gas LP, motivando a muchos a cambiarse -aunque la empresa cobraba ‘multa’ por salirse- y de esta manera instalar su tanque estacionario y recargar a un precio mucho menor.