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El clima como un aspecto que activa la economía es un fenómeno muy interesante y que tiene un efecto contundente en ciudades como Nuevo Laredo en las que el clima es extremoso, y al salir de una temporada de calor intenso, especialmente esta que fue histórica, incentiva a los ciudadanos a salir de sus hogares, para disfrutar de las tardes en los restaurantes con terrazas, puestos de comida a la intemperie y otras actividades al aire libre.
Durante los últimos días se ha visto en la ciudad, tanto en las tardes como en la noche, cómo los neolaredenses sienten esas ganas de volver a salir, luego de que por casi 68 días el termómetro excediera los 40 grados centígrados y en los días restantes del verano, oscilara alrededor de los 37 Celsius, que de alguna manera sigue estando en el rango de calor extremo, por lo que a la primera oportunidad de un clima que -a nuestros estándares podríamos considerar “agradable”-, sin duda nos dan ganas de salir a hacer todas esas actividades al aire libre que en ambientes calurosos no lo inspiran a uno.
En redes sociales pudimos ver como muchos subieron sus fotos, tanto en actividades deportivas, como recreativas en general, cenando en restaurantes al aire libre, hasta situaciones más modestas, como simplemente ir a la plaza por un elote y unos nachos con queso, o simplemente salir a correr aún con luz de día, prácticamente todo esto generando derramas económicas por todo lo que implica, de ahí que sea una interesante activación económica.
Los profes han manifestado su intención o inclinación por dos opciones para “reponer el tiempo perdido”, la primera es con una o dos horas extras al final de clases y la más temida, es la de ir los sábados, pero al final, no parecen ponerse de acuerdo y los padres junto con los alumnos, ya sólo esperan que digan cómo va a estar el asunto.