Samuel Bangs, también conocido con el nombre de José Manuel, nació en Boston, E.U., hacia 1790. Impresor a quien Francisco Javier Mina y Fray Servando Teresa de Mier contrataron en Nueva Orleans y enrolaron en su expedición. Una pequeña prensa fue Instalada en el fuerte de Soto la Marina; allí Bangs imprimió un boletín y algunas proclamas con una canción patriótica, únicos impresos que junto con unas hojas volantes que exhortaban al pueblo a la lucha por su independencia, fueron los únicos impresos que se hicieron en Tamaulipas durante la Época Virreinal. La imprenta cayó en poder de Joaquín de Arredondo, Comandante General de las provincias internas de oriente, como botín de guerra, y fue llevada a Saltillo y más tarde a Monterrey. Bangs se volvió así el primer impresor de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Convertido a la religión católica y rebautizado, Bangs se conoció con el nombre de José Manuel.
Hubo otros periódicos en el estado que fueron publicados después de proclamada la independencia, así como durante la reforma Juarista, que fueron publicaciones de tipo político donde escribían los intelectuales patriotas para exhortar al pueblo mexicano a la unidad y sacar del país al invasor francés.
Y así fue como los tamaulipecos limpios, sin compromisos ni ligados a otros intereses que los de la patria, cumplieron con su deber con creces.
Periódicos y periodistas, binomio inseparable donde los escritores sin mancha, lucharon tenaces en su empeño de vivir libres.
Las imprentas y los talleres clandestinos u oficiales de los gobiernos municipales fueron muestra del patriotismo y valor y espíritu de sacrificio de los tamaulipecos.
En Tamaulipas vieron la luz pública en defensa de la patria vejada por la bota extranjera los siguientes periódicos: El Semanario de Tamaulipas, publicado en Tampico; El Prisma, periódico combatiente y de filiación monárquica, también publicado en Tampico; El Desengaño que estaba editado por Julián Dufar que era órgano oficial del Imperio; La Bandera Republicana publicado en Ciudad Victoria; El observador; El Guardia Nacional y el Hijo del Bravo, publicados en Matamoros: El Boletín de Últimas Moticias, de Tampico y Ciudad Victoria; La Defensa Nacional, publicado en Tula; El Ranchero, publicado en Matamoros y El Zona Libre, publicado en Nuevo Laredo.
Y así aparecieron impresas hojas sueltas, versos, etc., etc., por medio de los cuales los patriotas tamaulipecos combatieron a los invasores ya los malos mexicanos que se aliaron con ellos para sostener en nuestro suelo a un emperador e intereses extranjeros, que finalmente tuvieron que salir tras la derrota y fusilamiento del emperador Maximiliano en el Cerro de las Campanas, Querétaro, por Mariano Escobedo.
Surgen otros semanarios y periódicos tipo tabloide que fueron de una efímera circulación en las ciudades más importantes de Tamaulipas. La imprenta ya era el medio de divulgación de las letras de molde que daban noticias de los acontecimientos políticos, sociales en el estado.
EL PERIODISMO EN NUEVO LAREDO
Se dice que el primer periódico publicado en Nuevo Laredo fue impreso en el año de 1895 siendo don Juan E. Richer, quien lo sacó a la luz pública, El Laredense. Sin embargo investigaciones recientes nos muestran que ya desde la intervención francesa de la república restaurada se publicaba un panfleto para dar a conocer las actividades administrativas de las autoridades municipales.
Labor periodística también desarrolló el profesor Filemón Garza.
La efervescencia por la inconformidad desatada del régimen de Porfirio Díaz que a partir de 1890 ya era manifiesta su postura de seguir reeligiéndose, dio lugar a una serie de publicaciones que semanalmente se publicaban para combatir al dictador La Bala Raza, La Crónica, fueron algunos de los órganos que publicaron dichas inconformidades. La Constancio, El Duende y La Zona Libre, que fueron afines al régimen porfirista y que era subvencionado por los intereses de algunos comerciantes que se veían beneficiados con la política porfirista. El editor de La Zona Libre fue el señor Daniel Chávez. Este periódico Zona Libre fue uno de los de mayor permanencia y circulación en ambos Laredos, y dejó de editarse después del incendio propiciado por el General porfirista- huertista Gustavo Guardiola y Aguirre en 1914.
Otro periódico también fue El Domingo, que era una hoja volante de matiz político “independiente”.
Otras publicaciones fueron las de difusión meramente particular como fueron los panfletos: El Estudiante, La Luz y El órgano Oficial de la Masonería cuyo editor fue don Filemón Garza. Así como el Monitor Escolar publicado en 1902, por el profesor José Aníbal García.
El Nueva Era donde destacan un grupo de jóvenes que incursionan en el periodismo, algunos que sobresalen en el ámbito nacional como fue el profesor Gregorio E. González. Otro periódico que publicaba notas de descontento popular contra Porfirio Díaz fue el editado por Joaquín Cantú Cárdenas, que tuvo corta duración.
La persecución de periodistas y editores no es nada nuevo y prueba de ello fue la que sufrieron los hermanos José y Fernando López al ser asesinados por ejercer el periodismo con verdad.
Se mencionan al señor Nicasio Idar como editor del periódico El Ferrocarrilero y que además era un periódico que combatía al régimen porfirista. El Ferrocarrilero es reconocido por su labor de agremiar a los trabajadores del riel logrando tal proyección que con ese mismo nombre pasó a publicarse e imprimirse en San Luis Potosí. Este rotativo luchó por los intereses del gremio ferrocarrilero. El Progreso que circuló en Nuevo Laredo pero que era impreso en Laredo, Texas, a fin de evitar ser incautado ya que profería constantes ataques contra Victoriano Huerta a quien inculpaba de la muerte de Francisco I. Madero.
De 1919 a 1942 un periódico que se caracterizó por su enfoque a la educación y a la obra desarrollada por la Junta Federal de Mejoras Materiales fue El Eco del Bravo cuyo director fue don Francisco González.
La Raza, El Fronterizo, que se enfocaba más a los temas culturales era editado por don José García Roel.
Durante el gobierno del Lic. Portes Gil se publicó El Cauterio. Este periódico semanal dejó de publicarse por la persecución del régimen imperante. El señor Jesús Tamez tuvo que emigrar con su imprenta a Laredo, Texas, para poder seguir haciendo su trabajo.
Otro periódico que publicó dan Jesús Tamez fue El Azote de 1924.
El Botafuego publicado por los señores Horacio Mattey y Horacio Santos.
“El 30-30” publicado por el periodista don Juan Barrera Gómez entre los años de 1930 y 1931.
El Informador que se publicó en 1930 y 1931.
Fueron muchos los periódicos publicados en las postrimerías del siglo XIX, casi todos combativos al régimen de Porfirio Díaz.
Don Manuel del Zas y don Heriberto Deándar Amador en 1914 fundaron el periódico “Verbo Libre” que primero fue publicado semanalmente y ya después la publicación se hacía a diario. Es el antecedente del periódico El Mañana que actualmente se sigue editando.
Cabe destacar que dentro de este gremio de periodistas se encuentran personas como don Juan Barrera Gómez, don Manuel del Zas, don Heriberto Deándar Amador, el señor Leonel González, Francisco y Samuel Serrano, Carlos Córdova, don Luis Benedicto director del periódica El Mañana y autor de un libro de historia de Nuevo Laredo. Y de algunas anécdotas del puerto de Tampico donde estuvo antes de venirse a radicar a Nuevo Laredo.
Los señores Serrano, padre e hijo Francisco y Samuel publicaran El Patria.
Y así hemos tenido una serie de publicaciones de carácter cultural, deportivo, como los publicados por Edmundo Lozano y Fiacro Díaz Corpus, a quien se le debe toda una historia del beisbol en Nuevo Laredo.
En 1948 surge El Diario de Nuevo Laredo donde don Ruperto Villarreal fue el director gerente luego de haberse disuelto la sociedad con algunos empresarios comerciantes de Nuevo Laredo.
La historia del periodismo, y el elenco tan amplio de periodistas en Nuevo Laredo no queda agotado en unas cuantas líneas, hay mucho más que decir, que contar, baste decir que hoy por hoy los periódicos más conocidos y que circulan en nuestra ciudad son el periódico El Diario de Nuevo Laredo ya desaparecido que contaba con más de 67 años de vida y el periódico El Mañana con más de 90 años de existencia.
De grata memoria, recordamos a quienes conocimos directamente ejerciendo esta profesión tan valiente como delicada, don José Rodríguez, don José Reyes Ayala, don Juan Barrera Gómez, don Antonio Flores Piloto y de quien hoy se encuentra con nosotros el decano del periodismo local, el señor don Juan Pérez Ávila.