RÍO REVUELTO

La pesadilla que se desvanece

Escrito en OPINIÓN el

Se fue la primera mitad del 2022 y de alguna manera los cinco años de Rivas comienzan a parecer más como un mal sueño que finalmente está quedando atrás.
Obviamente ese lustro sin inversión ni mantenimiento no se va a olvidar tan fácil, especialmente cuando tomará un tiempo más reparar todos los daños que dejó su mal gobierno, pero en la mente del neolaredense, el recuerdo de Rivas se ha desvanecido bastante, pues si bien uno se acuerda de los villanos casi tanto como de los héroes, por alguna razón su perfil carente de presencia no logró alcanzar un lugar en la historia.
Sin duda uno tiene en mente a varios alcaldes, tal vez porque le pavimentaron la calle de su hogar, le construyeron una escuela para sus hijos o una plaza en el barrio para disfrutar en familia, etcétera, alguna clase de beneficio, pero en el caso de Rivas, a pesar de haber tenido literalmente más de 12 mil millones de pesos para invertirle a la ciudad y de ser el primer alcalde en Nuevo Laredo en tener la oportunidad de darle continuidad a su propio proyecto a través de la reelección -que por cierto estuvo muy turbia y apenas le alcanzó con su compra masiva de votos-, pero aun así ese dinero no se vio en ningún rincón de la ciudad, más que en su propia casa y las de sus amigos.
Ahora vemos obras por todos lados, como habían dicho Carmen Lilia y el secretario de Obras Públicas, Carlos de Anda, este primer año sería dedicado a reparar el desastre que dejó la anterior administración y posteriormente ya podrán avanzar más con otro tipo de obras, pues es la ruta lógica a seguir, dadas las circunstancias.