Américo, gobernador electo

Ahora sí, ya nos podemos referir a Américo Villarreal como gobernador electo y solo hay que esperar al 1 de octubre para que Cabeza de Vaca y su clica estén de patitas en la calle, sin fuero y sin poder seguir robándonos.
Si bien tampoco queda así como en total desamparo económico por todo lo que robó, no podrá disfrutar el fin de año como creyó, pues ya se veía robando otros seis años usando al Truko de títere y para tratar de blindarlo, pero el hubiera no existe y Cabeza de Vaca ya se quitó sus zapatos Gucci y se está amarrando las cintas de sus tenis Nike para correr y victimizarse como, Ricky Riquín Canayín, quien porcierto le dio en primera instancia la nominación para gobernador.
La mañana de ayer este reporteronte acudió por la mañana a un puestesito de tacos de barbacoa para mantener la figura, y más o menos como en el séptimo taco escuché a un par de comensales de buen comer como aquí su servidor, platicar al respecto y decir con toda sinceridad que ansiaban la salida de Cabeza de Vaca, además de confirmar la perspectiva generalizada de que nadie ve bien a los malos perdedores, especialmente cuando el PRIAN carece de toda calidad moral para acusar del robo de una elección por compra de votos, etc.
Todo ciudadano que no tiene vínculos al gobierno estatal saliente coincide en que el que fue a votar de forma voluntaria, no fue a favor del Truko, ya ni por que el IETAM puso en la boleta con toda la mala leche, tres veces a Verástegui Ostos y solo una vez a Américo, pero ni con todo eso lograron superar la voluntad de los tamaulipecos.
Al IETAM no le quedó más que desistir de favorecer al PRIAN y mejor tratar de no quedar tan mal con el nuevo gober.
Ahora muchos me preguntan qué hará Yahleel, el Moyo, Truko y tantos otros que han vivido de la ubre gubernamental tantos años, ahora que no tendrán cabida en municipio, estado ni federación; pues de lo que se ‘jambaron’ del erario, ahora van a la iniciativa privada, aunque esa transición no siempre es exitosa para los políticos que nunca debieron preocuparse por ganar el pan de cada día.