DE INTERÉS PÚBLICO

Tamaulipas ante la amenaza de los delitos electorales

Escrito en OPINIÓN el

Empecemos por poner en contexto estas elecciones del 2022 como antesala del 2024.
Esto hace aún más peleadas las elecciones del próximo 5 de Junio, y al calor de las contiendas electorales se desbordan las pasiones.
Y persiste e incluso se incrementa,  la proclividad para utilizar el Plan B, que es incidir en delitos electorales que son aquellas acciones u omisiones que lesionan o ponen en peligro el adecuado desarrollo de la función electoral y atentan contra las características del voto que debe ser universal, libre, directo, personal, secreto e intransferible.
La multiplicidad de delitos va a la par con la amplia variedad de personas que pueden cometer delitos electorales, como funcionarios electorales, funcionarios partidistas, precandidatos, candidatos, servidores públicos, organizadores de campañas y ministros de culto religioso.
Estas conductas están contenidas en la Ley General en Materia de Delitos Electorales, y contemplan diversas   sanciones para el caso de ser cometidos.
Algunos de los delitos electorales más comunes son:
Comprar y vender el voto, alterar la lista nominal e impedir que las personas voten, son delitos electorales y existe una fiscalía especializada dedicada exclusivamente a combatir este tipo de delitos
A medida que avanza el tiempo de campaña y se acerca el día 5 de junio, día de las elecciones en Tamaulipas para gobernador, aumentan las acusaciones y denuncias sobre presuntos delitos electorales, donde se señalan prácticas irregularidades de todo tipo.
Un delito electoral es cuando una persona hace u omite algo que impide que el voto sea libre, secreto, personal, directo e intransferible. Si en algún momento sientes que algo impide que tu voto sea así, debes denunciarlo.
Algunos de los delitos más comunes son utilizar bienes y servicios públicos en una campaña, comprar votos, condicionar el acceso a programas sociales o impedir el acceso a las casillas el día de la votación.
Quienes los cometen pueden ser ciudadanos, funcionarios estatales, funcionarios partidistas, precandidatos, candidatos, servidores públicos, organizadores de campañas, activistas, operadores electorales, líderes de colonias, líderes de sindicatos y ministros de culto religioso.
¿CUÁLES SON LOS DELITOS ELECTORALES?
Como ya lo mencionamos, vale la pena repetirlo: incitar a las personas a agredir física o verbalmente a un candidato electoral implica cometer un delito electoral, y como éste existen muchos otros.
Pero como ciudadano también se cometen delitos electorales si, por ejemplo, vendemos nuestro voto. “El voto es universal, libre, directo, personal, secreto e intransferible. Estas características del voto a muchas personas se nos olvidan”.
El desconocimiento no te exime de la responsabilidad. Es decir, si cometiste un delito sin saberlo, sigue siendo un delito.
Algunos de los delitos electorales más comunes, según el Instituto Nacional Electoral, son la compra de voto el día de las elecciones y la presión sobre dirigir tu voto a algún partido en específico para que no pierdas el beneficio de programas sociales, como las becas.
También son delitos electorales utilizar bienes o servicio públicos en una campaña; abstenerse de rendir cuentas o de realizar la comprobación o justificación de los gastos de campaña; destruir o dañar material electoral; incumplir obligaciones de rendición de cuentas; publicar encuestas fuera de tiempos autorizados; inducir el voto siendo ministro de culto y alterar los datos de la credencial para votar.
CÓMO DENUNCIARLOS
Como ya mencionamos, en cualquier momento -antes, durante o después de las elecciones-, las personas pueden cometer un delito que se clasifica como electoral.
Los ciudadanos creemos que debemos de saber qué situaciones son catalogadas como “un delito electoral”, pero las normas son tan técnicas que es normal dudar si estamos viviendo o siendo testigos de un delito electoral.
Por eso no te preocupes, tu deber como ciudadano es reportar cualquier anomalía y el de la autoridad es explicarte si procede como delito, y realizar una investigación para castigar a los responsables.
“Tienes que poner en conocimiento de este delito a las autoridades o representantes de partido. Tú no sabes si va a ser delito o no, pero tienes la obligación de ir y decir qué está ocurriendo, y la Fiscalía deberá determinar si lo es o no.
Quien sabe que se cometió un delito debe denunciar, de lo contrario se convierte en cómplice.
Al momento de denunciar es importante que des todas las pruebas y datos que conozcas sobre el tema. Como que menciones implicados, horario, lugar, cosas que hicieron y si es posible que compartas alguna foto, grabación o video.
Una de las recomendaciones a la población es que en el caso de tener contenido multimedia, lo guardes  y no lo publiques en internet hasta que las pruebas sean revisadas por la autoridad.
PERSONAL QUE VIGILA LAS ELECCIONES
Los representantes de los partidos y sus respectivos equipos, , los presidentes de casilla, los representantes de cada partido.
Amén de observadores acreditados. En el marco de las elecciones se despliega personal de la fiscalía para llegar a todos los rincones del Estado, aunque se sabe que las poblaciones pequeñas y apartadas carecen de menor control por parte de las autoridades. Por lo tanto, siempre se ha observado que en áreas rurales la incidencia de fraude electoral es mayor. Y por lo general aprovechado por el grupo político en el poder, para realizar fraude electoral. En alguna de las múltiples facetas.
Una de las denuncias más comunes es la compra de votos fuera de las casillas electorales el día de las elecciones.
Asimismo, en el traslado de las urnas existe holgura para el mal manejo de las actas de escrutinio y de las propias boletas e incluso las urnas ante la ausencia de protocolos más estrictos. Y el control y vigilancia de éstos.
Al terminar tarde la votación y el recuento de las discusiones que se susciten. Al final de la jornada el traslado al centro de acopio de las boletas y entrega de las actas es un tramo del proceso donde se presta para malos manejos. Y desgraciadamente los largos tramos de transporte y muchas veces en lugares de nula vigilancia se presta para el tan temido y dañino fraude electoral, que sólo participando toda la sociedad en denunciarlo será posible paulatinamente ir erradicando.