MASCANDO LA NOTICIA

El de la corbata azul, el de ojitos dormilones

De hoy en dos semanas ya por fin se oficializará el resultado que todos anticipamos, así que hay que aguantar y entender que ya se va Cabeza de Vaca con toda su gente, seguramente al extranjero en calidad de prófugo de la justicia, pues sabe que ya nadie va a meter las manos al fuego por él.

Escrito en OPINIÓN el

Desde el 10 de mayo que Cabeza de algo que rima con Vaca, advirtió que ‘tenía pa’ todos’ aquellos que le llevaran la contra y que lo miraran feo, el ambiente se ha definido por el acoso político que ha ejercido el de la corbata azul, el de ojitos dormilones, con todo aquel que lleve puesta una camisa guinda.
Dicen que en la política todo se vale, pero la realidad es que hay cosas que ya no se pueden hacer hoy en día en los países medianamente civilizados, por eso es que esa actitud de dictador del siglo pasado, que ha estado adoptando el desaforado Panchito, no tiene la más mínima justificación y sólo termina por ponerle una cerecita al recuerdo que tendremos de él, como el peor villano de la historia de Tamaulipas, el que estaba del lado oscuro de la fuerza y que fue derrocado, y eso que en ese sentido la vara está muy alta en el estado, pues compite con Yarrington y Eugenio, que por menos de lo que se le atribuye a Cabeza de Vaca, hoy residen en las suites presidenciales de glamorosos centros penitenciarios.
Curiosamente, Panchito, el de la corbata azul, escogió un Día de las Madres (¿será que no tiene?ahhh sí tiene, pero también está implicada en el lavado de dinero) para sentirse Darth Vader y mandar a todo su ejército maligno -que más tarde veremos arrepentidos- contra cualquier que haya dicho que le cae bien Américo.
De hoy en dos semanas ya por fin se oficializará el resultado que todos anticipamos, así que hay que aguantar y entender que ya se va Cabeza de Vaca con toda su gente, seguramente al extranjero en calidad de prófugo de la justicia, pues sabe que ya nadie va a meter las manos al fuego por él y, para colmo, va a dejar a su suerte a todos esos que se desvivieron por protegerlo, pues ha dejado claro que primero son sus dientes y luego sus parientes.
Ya con esto se despide su amigo El Reporteronte… del monte, una especie en peligro de extinción, nos leemos la próxima semana.