Se dejaron venir los amigos haitianos a Nuevo Laredo y no pasaron desapercibidos, pues han estado paseando por el centro de la ciudad perfilándose como muy buenos clientes de los restaurantes chinos, a los que por alguna razón les han tenido una especial preferencia.
Son cientos de migrantes que llevan más de 6 meses en el interior de México y la mayoría ya ha aprendido a hablar suficiente español para poder realizar sus actividades esenciales en el país, y según se dice, no tuvieron de manera masiva la idea espontánea de venir a Nuevo Laredo, sino que habrían sido enviados de Monterrey para acá.
Hasta ahora a los amigos haitianos se les ha percibido bien, pues de alguna manera la mayoría traen esa vibra tranquila e incluso algunos neolaredenses con frecuencia los buscan para aprovechar sus habilidades estéticas y pagarles para que les hagan algunas trenzas a jóvenes y adultas locales, así como algo de ayuda humanitaria de parte de agrupaciones y algunos ciudadanos por su cuenta.
Mucho habrán notado que no todos los migrantes que llegaron parecen estar tan necesitados, hecho que parece estar influyendo en una baja cantidad de ayuda humanitaria, pero debemos entender que si bien algunos parecen venir bien vestidos, con buen celular y todo, algunos otros sí llegan con el puro suspiro y debemos ponernos la mano en el corazón y apoyar en la medida de nuestras respectivas posibilidades, pues una considerable cantidad de los casos se trata de familias completas que se encuentran muy pero muy lejos de casa.
Por lo pronto se despide su amigo, el Reporteronte del Monte, una especie en peligro de extinción.
Haitianos en NLD
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