La Patria les da libertad… hasta para traicionarla

Siempre he pensado que los traidores consumados pierden su derecho de réplica. La traición no debe tener derecho a debatir ni a defender posición alguna. A la traición se le condena, se le reprende y castiga.
Hoy en el Pleno del Congreso Federal, donde se votará por la Reforma Eléctrica, el mero planteamiento ofende, la disyuntiva por sí sola degrada. Decidir entre los intereses de la Nación o de las empresas extranjeras no debiese tener cabida.
Pero hoy los panistas saldrán a defender su posición entreguista en el Congreso. Con total desvergüenza y absoluto descaro votarán contra la Reforma Eléctrica para que un puñado de empresas extranjeras se queden por lo menos con el 48 por ciento del mercado eléctrico nacional. Es decir, con la mitad de la CFE y su negocio anual de 490 mil millones de pesos, recursos valiosísimos para un país con 60 millones de pobres y que por tanto debiesen ser en su totalidad para el alivio de semejante rezago.
A esta traición histórica de los panistas se les sumarán las bancadas del PRI, PRD y MC, convertidos en vulgares franquicias del capital extranjero. Todos los partidos se sumarán en dos bloques (como en el siglo XIX entre liberales y conservadores), los que defienden la Reforma y los que le dan la espalda y traicionan con total desparpajo.
Mil veces lacayos, el PAN y demás traidores evitarán la Reforma, pero terminarán destruyéndose por su propia mano, exhibidos como los traidores contumaces y definitivos. Condenados en su país y fuera de él porque la lealtad es un valor universal. Terminarán despreciados hasta por sus propios corruptores extranjeros y más pronto que tarde el país revertirá su vileza. Sobre sus cenizas se edificará el futuro de esta nación mexicana. Sólo el tiempo...