A pesar de que se anticipaba que le inyectarían muchos billetes a la campaña del Truko, ni con eso parece estar impactando a los neolaredenses, que se han mostrado bastante ajenos al PAN.
Aquí tienen que ver varios factores, comenzando por las deplorables acciones del último representante azul en la ciudad, Rivas, quien con su mala administración terminó con la reputación y futuras aspiraciones no sólo suyas, sino las de cualquier futuro candidato o candidata azul, aunque si a eso le sumamos la percepción de Cabeza de Vaca y el olvido en el que tiene a Nuevo Laredo, presentar al Truko como alguien que le daría continuidad a eso mismo, definitivamente no es del agrado para Nuevo Laredo.
La guerra sucia tampoco parece estar surtiendo efecto, pues si bien le han destinado también recursos a difundir spots difamatorios en medios tradicionales y digitales, el ciudadano común lo ha interpretado como otro intento desesperado de aferrarse al poder, algo que lejos de contribuir a desprestigiar al retador -en este caso Américo, termina por mostrar al panista como el más débil, especialmente si le sumamos el hecho de que finalmente se formalizó el tan nombrado amasiato del PRIAN.
A todo esto hay que sumarle que la coordinación local del PRIAN está muy forzada y por lo tanto sin ganas, comenzando por Ramiro Ramos, quien originalmente pretendía ser el gallo del PRI, incluso se oponía abiertamente a la fusión con el PAN, así que cuando finalmente se formalizó la unión quedó fuera de la contienda y cuando le atribuyeron coordinar en Nuevo Laredo la campaña o parte de ella, pues obviamente no le iba a imprimir todo el empeño.
El ‘Truko’ que no funciona en NLD
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