Monterrey a secas… Nuevo Laredo a medias

La región está a secas y la repentina lluvia con granizo que experimentamos la noche del lunes, no fue suficiente siquiera para hacer algunos charcos, mucho menos para estabilizar los niveles de las presas.
Aun así, no estamos en las mismas circunstancias que en Nuevo León, en donde ya comenzaron a poner restricciones de días y horarios al suministro del agua en el área metropolitana de Monterrey con un programa llamado “Agua para todos”, irónicamente justo en el Día del Agua, comenzaron con los cortes.
Mientras tanto en Nuevo Laredo, aún no se ve la posibilidad de que esto llegara a ocurrir, al menos no en un corto o mediano plazo, sin embargo, sí existe una problemática de baja presión en sectores en los que por años no se le prestó atención, pues apenas ahora se está haciendo una inversión considerable en cuestión de agua y drenaje.
En general, invertir en la infraestructura del agua, así como planear y racionar el uso de este valioso recurso ha quedado completamente rezagado por mucho tiempo, por ser más difícil de presumir para los políticos, pero justo ahora se están sufriendo los estragos de esa tradición de los gobiernos de ignorar lo relacionado al vital líquido.
Luego de muchos retrasos, ayer finalmente regresaron a las aulas la mayoría de estudiantes de casi todos los niveles educativos, justo en el día en que México se encuentra en el nivel más bajo de contagios y muertes desde que inició la pandemia.
Esto generó también un regreso de la movilidad que se había reducido considerablemente por diversas circunstancias.
Esa recuperación de la movilidad trae consigo también una reactivación económica en muchos sentidos, pues además de requerir combustible, lonche para los estudiantes y otros enseres, el simple hecho de circular por la calle con menores, implicará en el trayecto comprar algunos antojitos y otros gastos.
Hoy se cumple un aniversario más del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien fuera el candidato a la presidencia de la república que presumiblemente incomodó a la cúpula de su partido, el viejo PRI, que era (porque aunque quisieran ya no tienen poder) como lo que es hoy el PAN, pues lejos de traer su “cambio”, simplemente se convirtieron en el PRI 2.0, sin escrúpulos y con la capacidad de intentar eliminar a quienes afecten sus intereses.