El regreso a las escuelas de manera presencial -aunque al 50%- es justo y necesario, pues no es congruente que los niños puedan andar en la feria, circos, cines, fiestas, restaurantes, tiendas, etc., pero no en las aulas, que son un ambiente más controlado y sujeto a disciplina que los anteriores.
Es un hecho que las clases en línea han agudizado el rezago educativo en el nivel básico, pues entre el desinterés de algunos padres, las limitaciones de conectividad de otros y la dificultad de captar la atención de los estudiantes, el aprendizaje está en duda más que nunca.
Para Joe Manuel Martínez, acusado del triple homicidio afuera del bar TKO al norte de Laredo, el recurso de argumentar la legítima defensa se complica demasiado, pues si bien fue atacado a golpes por varias personas, todas estas se encontraban desarmadas, por lo que difícilmente podría establecer que su vida estaba en peligro, según revelan abogados.
Si bien las golpizas también derivan en muertes, los videos publicados en redes sociales ofrecen un claro panorama de los momentos previos al tiroteo, en los que definitivamente no parecía correr riesgo más allá de tener algunos moretones.
Peor aún, el arma calibre .40 que llevaba consigo, estaba modificada para disparar en modo semiautomático, según las declaraciones de la Policía y el sonido de las ráfagas que se pueden apreciar en los videos.
Su récord criminal y el hecho de que tenía una orden de aprehensión pendiente no le ayudan tampoco, pues para el jurado y el juez, esto ya dibuja un perfil un tanto conflictivo del joven de 22 años.
Más allá de las motivaciones, reacción o defensa del joven Joe Manuel, el tiroteo ha generado un intenso debate respecto a la portación de armas, la cultura y educación de las últimas generaciones.
En primera instancia debemos entender que las peleas y hasta tiroteos dentro y fuera de los bares son tan añejos y clásicos como los relatos del Viejo Oeste, pero aún así algo parece estar cambiando para mal en este sentido, pues más que nunca, especialmente en territorio americano, los jóvenes están siendo los protagonistas de los tiroteos, tanto en calidad de víctimas como victimarios.