¡Saludos! A ti estimado lector, agradezco este tiempo que tomas para la lectura de esta columna, el día de hoy. Es un gusto saber que has decidido invertir en la mejor de las inversiones que es “él conocimiento”. Por estas líneas saludo a todas las personas que nos siguen en nuestra página de Facebook Finanzas a Prueba de Caos.
En esta ocasión quiero charlar contigo sobre un tema que rara vez o nunca nos hemos puesto a pensar y es sobre el lado obscuro o desconocido de lo que se llama esclavitud financiera, del cual muchos o la mayoría pensamos que eso “solo lo viven las personas que tienen deudas” y que “a mí no me pasa ello”, hoy te darás cuenta de que… no es así.
Pues bien, como de costumbre... toma tu café y comencemos.
Como te acabo de comentar, la mayoría de nosotros encasillamos la palabra o término “esclavitud financiera” a solo “vivir con deudas” y hasta en cierta forma algunas personas que llevan sus finanzas organizadas pueden pensar que son “libres de culpa y pecado” de vivir en esclavitud financiera. Estimado lector… lamento informarte que no es así. La esclavitud financiera es mucho más que tener cualquier problema económico y vivir lleno de deudas, y nadie nos menciona las letras chiquitas de esta problemática financiera la cual ha llevado a miles de familias a la destrucción.
Comenzamos a analizar… ¿Cuáles son las causas que originan la esclavitud financiera?
Podemos saber si existe un problema básico en nuestra vida respecto al manejo del dinero, cuando se presenta alguno de los siguientes problemas:
Las deudas: una de las causas más comunes de la esclavitud es el abuso de crédito., para ello conforme las escrituras deben existir ciertos elementos; dinero, objeto y servicios prestados que se deben a una persona y del cual no han sido pagados. “Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad” (Salmos 37:21 (NVI), por lo que ello origina ansiedad y preocupación por responsabilidades financieras no resueltas. Las deudas también se originan por pedir prestado mas allá de la capacidad de pago que tenemos.
La codicia: es una actitud que se define como el deseo incontrolable de aquello que otra persona posee, es una tendencia de los seres humanos que lo puede llevar a cometer delitos como el robo, asesinato, etc. “Obtendremos toda la clase de riquezas; con el botín llenaremos nuestras casas” (Proverbios 1:13(NVI). Y algunas consecuencias de la avaricia son;
La ambición: Con ello nos referimos a una motivación incontrolable de enriquecerse rápidamente, buscando procurar sin medida cosas tangibles o intangibles como dinero, bienes, tierras, honores. “No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas” (Proverbios 23:4 (NVI).
Preocupación por acumular dinero suficiente: En este caso lo negativo no es ahorrar, sino el buscar anhelo de una seguridad futura, excluyendo a Dios.
Necesidad de familia no cubiertas: en esto se incluyen los problemas económicos que suelen pasar las familias por tener deudas sin razón de ser tal como … “estar en aprietos por no tener para pagar el club social”, compromiso de pago que no se analizó y prefirieron sacrificar necesidades de la familia, por “querer sostener una imagen social y de fama”. Pon a volar tu imaginación en qué otras cosas se gasta el dinero y se descuida a la familia. “Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción” (1 Timoteo 6:9 (NVI).
Exceso de trabajo: convertimos la bendición del trabajo en algo negativo, ¿Es correcto trabajar en exceso para al final querer suplir la ausencia en el hogar con regalos, viajes, joyas y a los hijos comprarles todo para querer comprar la necesidad real de sus padres? Esto sin concluir que al final nos gastamos todo en nuestra salud deteriorada, por el estrés, alta presión y más.
Autoindulgencia: actitud de generar gastos irresponsables por buscar la satisfacción de algo que muchas veces no es una necesidad, ocasionada por la falta de dominio propio. (no es malo disfrutar del fruto del trabajo, si no el gastar sin razón de ser, porque no tienes la capacidad económica para hacerlo y con esos “cariñitos” después no tienes para pagar tus compromisos adquiridos).
Avaricia: una mala actitud de buscar poseer más de lo que se tiene o querer tener siempre lo mejor. Esto es porque alimentamos nuestra sensación de “poder y ego” buscando acumular riquezas y convirtiendo al dinero en nuestro dios. La avaricia no conduce a otras cosas como:
Creer todo lo que dicen “negocios mágicos e inversiones”: Al dejarnos deslumbrar por la avaricia de que voy a ser rico rápidamente, nos cegamos y no investigamos lo que nos están proponiendo, con ello “El ingenuo cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por donde va” Proverbios 14:15(NVI), con ello nos conducimos a la ruina financiera.
Alimentar nuestro ego y estima: Esto se refiere a que podemos convertirnos en “mariposa social” y presentarnos en eventos importantes, como puede ser alguna reunión de generosidad, solo por el hecho de que todo mundo podrá admirar que… “somos buenos” cuando en realidad apoyamos solamente por el reconocimiento, sin importarnos realmente las personas que “apoyamos”. Dice en las escrituras:” Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no habría logrado nada” (1 Corintios
Para concluir, la esclavitud financiera también nos lleva a actitudes como: envidia, sobornar o aceptar riquezas a cambio de algo, superioridad financiera.
Si pensabas que la esclavitud financiera, como dije, era solo cuestión de deudas, hoy has visto que no es así, hay muchas actitudes que pueden presentarse en nuestra vida diaria, y que pensamos que a nosotros no nos puede pasar tal o cual cosa. Es importante puedas tomar un tiempo para reflexionar… y retomar el rumbo de tu vida.
¡Hasta pronto!
Autor: CPA Israel Cruz Delgado. Instructor Financiero - Cultura Financiera.
Finanzas a Prueba de Caos. Email: educacionfinanciera.in@gmail.com.
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