RÍO REVUELTO

Regresa el cubrebocas… pero no como antes

Escrito en OPINIÓN el

Tal y como lo adelantaron, regresó el uso del cubrebocas pero no como antes, pues básicamente el criterio aplicó para los lugares concurridos y aquellos donde se concentran personas vulnerables en su salud.

Es decir, bares, gimnasios, iglesia, obviamente hospitales, consultorios, guarderías y asilos están contemplados en esa obligatoriedad del uso de mascarilla, pero exentando bancos, cines, depósitos, dulcerías, tiendas de autoservicio, tiendas departamentales y plazas comerciales, hoteles, tianguis o ‘pulgas’, farmacias, teatros, museos, circos, bibliotecas, así como las actividades al aire libre.

Hay algunos detalles en todo esto, pues mientras en los restaurantes los comensales pueden ingresar sin cubrebocas, quienes preparan o manejan alimentos si deben portarlo.

Por todos lados se ha visto el brote de enfermedades respiratorias, dede centros de trabajo hasta hogares pues casi en todos estos lugares hay al menos una persona con síntomas; afortunadamente esto no dura más de una semana, en promedio, pues incluso suele afectar entre tres y cinco días, y después como si nada; claro, no es en todos los casos.

La secretaria de Desarrollo Económico, Ninfa Cantú Deándar, dio a conocer ayer una serie de anomalías de parte de la anterior administración en la dependencia que hoy encabeza, pues así de entrada son más de 32 millones de pesos en daños al erario por conceptos no justificados en contrataciones, apoyos a particulares, contratos a los amigos, jardinería y tantas otras cosas que no tienen razón de ser.

Llama mucho la atención el señalamiento de cartera vencida por más de 100 millones y de intereses moratorios por otros 200 millones, que de igual manera representan un daño severo al Estado.

Sólo para que se dé cuenta de cómo se las gastaban en los tiempos de Cabeza de Vaca, en un viajecito a Italia un par de funcionarios pasaron la tarjeta del Estado para pagar más de 200 mil pesos en comiditas y hasta los cargos por exceso de equipaje, total, ¿que paguen los tamaulipecos?