Cuando a un niño le preguntan qué quiere ser de grande, una respuesta muy habitual es “bombero”, pues este es uno de los empleos que de forma unánime goza de la admiración y reconocimiento de la ciudadanía.
Hace unos ayeres, en 2017, un trágico suceso sacudió a la ciudad y no sólo fue noticia nacional, sino que traspasó nuestras fronteras, pues Antonio Rodríguez Martínez, quien laboró por más de 15 años en esa dependencia, fue acribillado por integrantes de Fuerza Tamaulipas al confundir su unidad.
Y eso no es todo, sino que los agentes estatales le “plantaron” un arma en la mano derecha (era zurdo) e intentaron ensuciar su reputación para lavar su error.
En el velorio de Rodríguez, su hija, quien aún cursaba la Primaria, en una impresionante muestra de madurez no acorde para su corta edad, señaló “no les guardo rencor a quienes mataron a mi papá, pero no sé por qué lo hicieron, si él era un héroe, arriesgaba su vida para ayudar a gente que ni conocía”.
La pequeña no exageró, el cuerpo de Protección Civil y Bomberos está integrado por héroes reales, no de ficción. No usan capa, sino uniformes muchas veces desgastados por el uso, pues día y noche, sin descanso ni días festivos ni huelgas, están al pie del cañón para auxiliar a la población.
Una vez más, esto se hizo patente el martes, cuando un impresionante incendio se registró en una empresa recicladora ubicada sobre la Carretera Nacional.
Por más de 15 horas, los tragahumos y voluntarios trabajaron sin parar hasta extinguir las llamas. En ese transcurso hubo gente que les llevó comida y agua para alentarlos en su ardua labor. Además, en redes sociales, se cuentan por cientos los comentarios en reconocimiento a su esfuerzo denodado.
Honor a quien honor merece. Los ciudadanos, incluyendo estos redactores, aplauden su vocación y entrega sin igual. Mil gracias.
La mayoría de las personas profesan una fe y es algo muy importante en su día a día. No es nada extraño ver a vecinos persignándose al salir de su casa para iniciar su jornada, e incluso rezando en algún altar de barrio, o quienes de forma fervorosa acuden a los templos de su elección.
Amigos y conocidos externan sus creencias desde el mismo saludo, en su vestimenta o incluso con tatuajes. “Hay de todo en la viña del Señor”, dijo Jesús de Nazareth.
Mañana se lleva a cabo el festejo de San Judas Tadeo (por cierto, primo del Mesías, de acuerdo con el cristianismo) en la parroquia que lleva su nombre, localizada al sur de la ciudad. Una sana verbena popular y cita ineludible para quienes lo veneran, pero también para cualquier otra persona que quiera pasar un rato sano y disfrutar de los antojitos mexicanos, así como ver a los famosos matlachines.
No se olvida que en el 2020 se suspendió este evento religioso debido a la pandemia y, aunque se reanudó el año pasado, todavía faltaba un importante sector por vacunarse contra el covid.