El 6 de febrero de 2010 recibí una llamada del expresidente Echeverría quien, con voz fuerte me dijo: “Mire Nuño, falleció mi amigo don Luis Colosio Fernández.
“Trasládese a Magdalena de Kino, con mi representación personal ofrezca mis condolencias a la familia por la irreparable pérdida de mi amigo entrañable. Llámele a mi amiga Alicia Arellano Tapia e infórmele de mi decisión”.
Me llama de nuevo el ex presidente y me indica lo siguiente: “Nuño, he cambiado de parecer, he decidido ir personalmente a Magdalena de Kino, prepare los boletos de avión, vamos usted y yo”.
A primeras horas del domingo 7, en la sala de abordar del aeropuerto reconocieron al expresidente, sorprendidos que viajaba sin escolta. Estando en el avión tuvimos una agradable sorpresa; Norma Meraz, muy amiga y admiradora del expresidente, lo saludó con mucho cariño y le preguntó a qué iba a Sonora.
En el aeropuerto de Hermosillo nos recibió nuestra inolvidable amiga Alicia Arrellano acompañada de sus hijas Claudia y Alicia, le dieron un fuerte abrazo emocionadas, e iniciamos el viaje al terruño de don Luis Colosio, Magdalena de Kino.
Llegamos a la Presidencia Municipal, una gran cantidad de amigos y familiares lo saludaron, el Presidente Municipal al recibirlo le suplicó hacer una espera en su oficina de la Presidencia, acto seguido le pide a Norma Meraz tomar nota con nombre y teléfono de los que pasaban a la oficina a saludarlo, cosa que hizo con especial cariño.
Al final de la ceremonia los restos mortales de don Luis Colosio fueron sepultados en el cementerio de Magdalena de Kino al lado de su hijo Luis Donaldo y Diana Laura.
Regresamos a Hermosillo. Invitó a comer a Alicia Arellano acompañada de sus hijas Claudia y Alicia, naturalmente también con Norma Meraz.
Al final me ordenó el ex presidente: “Nuño, viajaremos a Tijuana, avísele a mi amigo el profesor Jesús Ruiz Barraza, infórmele que viajaré a Tijuana para rendir un homenaje a mi ex jefe el General Rodolfo Sánchez Taboada. Que prepare una ofrenda floral para llevarla al monumento en su honor”.
Llegamos al aeropuerto de Tijuana, nos recibió Ruiz Barraza, él fue su conductor del vehículo y el ex presidente de copiloto como en los viejos tiempos. En el monumento del general Sánchez Taboada había una multitud que lo querían saludar; fue realmente un acto emocionante.
Acto seguido nos trasladamos al salón de actos de la Universidad de Tijuana bajo la atinada Rectoría del profesor Ruíz Barraza para un diálogo y mensaje a la juventud y maestros, lo cual realizó con una brillantemente emoción que no olvidaré, los jóvenes le hicieron muchas preguntas, no evadió ninguna, las contestó todas.
Sin darme cuenta, este sería mi último periplo de muchos, que dieron inicio en la Unesco, Australia, Nueva Zelanda, Asia, África y América Latina durante 50 años, que mucho me enriqueció, acompañando a un ex presidente incansable.
Mención especial merece haberlo acompañado en todos sus viajes a la República Popular de China, que en este año se cumplen 50 años de relaciones diplomáticas entre estos dos países amantes de paz y el respeto al derecho ajeno.
El último tramo con Luis Echeverría
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