Desde hace ya varios años, la migración indocumentada centroamericana con destino a Estados Unidos empezó a crecer significativamente, superando a la mexicana. Lo anterior trajo como consecuencia que en las ciudades fronterizas se observen en su mayoría migrantes centroamericanos y en menor medida mexicanos y de otros países tratando de cruzar hacia el lado americano de manera ilegal.
En el caso de los migrantes centroamericanos, más del 90 por ciento procede de Honduras, Guatemala y El Salvador, donde la pobreza extrema y la violencia, entre otros factores que sufren los habitantes de estos países, obligan a familias enteras, personas adultas y menores de edad que viajan solos o acompañados a dejar su nación en busca de mejores oportunidades de vida y seguridad.
En base a lo anterior, hace algunos días, conversando con un padre de familia de Honduras, quien se me acercó a pedirme algunas monedas, le pregunté ¿por qué arriesgaba a su familia con la pandemia y los peligros que corren para llegar a Estados Unidos? Me contestó: “La falta de oportunidades y el miedo con el que vivimos a causa de la violencia hacen que sea muy difícil vivir en mi país”.
Para ver comportamiento del flujo migratorio citado al principio, se revisaron las estadísticas de aprehensión de centroamericanos y mexicanos realizada por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos durante los años fiscales 2019-2021 (el año fiscal es de octubre a septiembre) en el sector suroeste de Estados Unidos colindante con México, por donde cruza de manera ilegal la gran mayoría de los migrantes mexicanos y centroamericanos.
Antes de la pandemia, en el año fiscal 2019 (de octubre de 2018 a septiembre de 2019) la Patrulla Fronteriza reportó 607 mil 774 aprehensiones de migrantes de los tres países centroamericanos, de las cuales el 43 por ciento eran migrantes procedentes de Guatemala, de Honduras el 42 por ciento, mientras que solo el 15 por ciento provenía de El Salvador. En el caso de aprehensiones de migrantes mexicanos la misma fuente reportó 166 mil 458 o sea 73 por ciento menos que las de centroamericanos.
La pandemia de Covid-19 vino a reducir significativamente la migración centroamericana en 2020, de 607 mil 774 aprehensiones reportadas en 2019 el flujo migratorio se redujo a solo 66 mil 105 o sea un decremento de 89 por ciento, siendo en su mayoría migrantes guatemaltecos (49 por ciento), hondureños 35 y salvadoreños 16 por ciento.
En el presente año, a un mes de terminarse el año fiscal 2021, volvió a incrementarse la migración centroamericana, según el reporte proporcionado por la Patrulla Fronteriza. Hasta julio de 2021 habían aprehendido a 211 mil 18 migrantes de los tres países señalados, en su mayoría provenientes de Honduras (50 por ciento), de Guatemala el 37 por ciento y 13 por ciento de El Salvador.
Como se puede observar en el panorama mostrado anteriormente, la pandemia y lo que conlleva, tuvieron un gran efecto sobre el flujo migratorio de centroamericanos hacia Estados Unidos. Sin embargo, conforme se han vuelto favorables las circunstancias ha vuelto a incrementarse la migración de los tres países señalados. Sobre todo el grupo de menores no acompañados cuyo flujo migratorio, según reportes de la Patrulla Fronteriza, supera al de las unidades familiares y a los adultos que viajan solos.
Migración ilegal centroamericana a Estados Unidos durante la pandemia
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