La Junta de Gobierno del Banco de México decidió aumentar su tasa de interés de 0,25% y se colocó en 4,50%, este aumento es el segundo consecutivo y se coloca a niveles registrados el año pasado. Sin embargo, la diferencia, es que el año pasado era 4,50% con tendencia hacia la baja, hoy, es 4,50% con tendencia hacia la alza. Es decir, que es mayor probabilidad de que la tasa de interés se mantenga o se siga elevando, que vuelva a bajar.
En el comunicado, el Banco de México identificó cinco riesgos al alza para la inflación:
Presiones inflacionarias externas;
Presiones de costos;
Persistencia en la inflación subyacente;
Depreciación cambiaria y
Aumentos en los precios de agropecuarios.
Se trata del segundo incremento consecutivo de 25 puntos base, en una decisión que fue tomada por mayoría de forma subsecuente y con dos votos en contra, de los subgobernadores Galia Borja y Gerardo Esquivel.
De acuerdo con la información de expectativas que incluyeron por primera vez en el comunicado del anuncio monetario, Banco de México anticipa una variación anual de 5.7% en el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para el cierre de este año. La proyección se encuentra arriba de 4.81% previsto por ellos mismos en junio, cuando divulgaron el Informe Trimestral. El Banco de México estima que será hasta el primer trimestre del 2023, cuando la inflación regresará al nivel objetivo de 3 por ciento.
¿Cuál es el impacto?
El Banco de México es el banco de los bancos, pues con la tasa de interés de referencia influye indirectamente sobre el resto de la economía, particularmente, influye directamente sobre las instituciones financieras que son las que proveen del crédito a los consumidores. Es decir, el Banco de México propiamente no fija la tasa de interés de una tarjeta de crédito, hipoteca o préstamo, pero con el aumento del Banco de México se prevé que las instituciones financieras (por ejemplo, bancos) anticipen mayor restricción del crédito y eleven también su tasa de interés.
Por supuesto que la decisión del Banco de México si tiene un impacto sobre el resto de la economía.
Esto se da en un contexto particularmente sensible, pues la inflación subyacente, que es la que no toma en cuenta los elementos mas volátiles como agropecuarios y energéticos, para medir el desarrollo de los elementos mas estables. Ese dato, de la inflación subyacente, continúa al alza y se colocó casi al 4,7% en comparación con el mismo periodo del año pasado.
La inflación por sí sola no es mala, se convierte en dañina cuando está por consistentemente por encima del objetivo del Banco de México, tal y como lo está hoy.
PD:
El retiro de tropas estadounidenses en Afganistán, y el análisis alrededor de su contexto, tiene implicaciones estratégicas a corto, mediano y largo plazo.
Para el presidente Joe Biden, marca un parteaguas en su Administración y pone en tela de juicio, quizá por primera vez a tal grado, la permanencia de su partido en el poder. Al tiempo.
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