Las economías de México, Estados Unidos y de otros países del mundo empiezan a concretar un aceleramiento en la actividad económica a partir del progreso en la vacunación. Varios indicadores de la actividad económica global apuntan hacia la recuperación, después de La Gran Cuarentena, la peor crisis económica, derivada de las medidas de contención por la pandemia.
- Es decir, La Gran Cuarentena no fue una crisis derivada de un error en el manejo de la economía o un desbalance del mercado, sino fue una crisis “autoinfligida” como parte de las medidas de mitigación para contener el contagio Covid-19.
Desde hace algún tiempo, se ha planteado en este espacio de opinión sobre la importancia de las perspectivas del consumidor. Es decir, el sentimiento colectivo del comprador por comprar. Mucha de esa percepción, quizá el mayor elemento, está definido por el desarrollo de la pandemia Covid-19. Las vacunas han sido alentadoras, pues en mayo el indicador de confianza del consumidor tuvo un crecimiento y se colocó como la cifra más alta desde febrero del año pasado, para México.
La economía es un mosaico de condiciones simultáneas, algunas con mayor sensibilidad a la política fiscal y monetaria, que otras. Algunas industrias, lamentablemente, perdieron la relevancia pre-pandemia, mientras que otras, la pandemia misma las ha empoderado. Es decir, industrias morirán e industrias nacerán.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la política fiscal y monetaria se ha mantenido en modo acomodaticio desde la incepción oficial de la pandemia en marzo del 2020. Sin embargo, la Reserva Federal de Estados Unidos, que es la política monetaria, había mantenido una postura acomodaticia de bajas tasas de interés, pero, la semana pasada la “FED” dejó entrever, por primera vez con tal claridad, que anticipa un incremento en la tasa de interés.
El mercado de inmediato descontó como un hecho tal pronóstico, debido a que en la economía, percepción es realidad. La FED no aumentó su tasa de interés referencia, que es la principal herramienta de influencia sobre la economía, pero sí concede que algunos miembros de su Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) anticiparon aumentar la tasa de interés próximamente, como un resultado directo de la fortaleza de la recuperación económica y los indicios de inflación, ambos datos con mejor desempeño que el anticipado hace apenas un par de semanas.
Los bancos centrales del mundo, entre ellos el Banco de México se encuentran en una brutal encrucijada entre mantener el mensaje acomodaticio para estimular la economía y tratar de que todo el estímulo económico atraviese las grietas de la economía para llegar a cada rincón del mercado, al mismo tiempo que, restringir la política fiscal para controlar los fantasmas inflacionarios y mantener bien ancladas las perspectivas económicas a largo plazo para no desencadenar un espiral aún más dañino para la economía.
Sin duda, ante el complejo panorama financiero, sería una extraordinaria bienvenida para el próximo Gobernador del Banco de México, Arturo Herrera.
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