No importa la edad, a las personas les gusta amar y ser amadas. Realmente no es cuestión del físico de las personas, más bien es de la química, “de un no sé qué, que qué sé yo” como dicen algunos, es cuestión de almas, del ser interior que se desborda al exterior y te atrapa.
Esto debe de ser verdad porque cuando realmente se ama a alguien no importa si subió de peso, si ahora perdió pelo, si le salieron canas o arrugas, no importa si ahora no puede caminar o ver. Existe un lazo invisible entre dos personas que se aman que supera cualquier circunstancia.
Una vez me pregunté ¿Cómo se enamoran los invidentes? Si ellos no pueden ver a la persona, ¿cómo surge el amor en ellos? Ya saben, la vista es el principal sentido que nos ayuda a enamorarnos porque nos gusta lo que vemos.
Bueno, pues hace años mi duda fue despejada; escuché en una película cómo un invidente le describía a su novia porqué la amaba. Entonces pensé, me gustaría que alguien me amara así.
Cuando se pierde el sentido de la vista los demás sentidos se agudizan y se es capaz de percibir hasta los más pequeños detalles. En una escena de esa película la novia llegaba despacio hacia su novio para tratar de sorprenderlo, él sabe de inmediato que es ella y la saluda, entonces ella le pregunta: ¿Cómo sabías que era yo? Él comienza a decirle: “Sé que eres tú porque te conozco, puedo saber cuándo entras a la habitación por el olor de tu piel, reconozco tu voz aun cuando otras personas están hablando, sé cuándo estas emocionada o enojada porque escucho cómo se agita tu respiración”.
Entonces ella se sonroja y él le dice: “Ahora mismo estás sonriendo y se mueven las aletillas de tu nariz”. ¡Amar a ciegas! Todos deberíamos tener esa experiencia al menos una vez en la vida. Después de todo dicen que el amor es ciego. Contacto, ebalmorig62@gmail.com
Amar a ciegas
Ámame con los ojos cerrados
Para que pueda ver el corazón,
Para que nuestras almas se encuentren
Y no exista espacio entre los dos.
Ámame sin limitación ni condición
Para que tus manos expresen amor.
Ámame sin que te importen mis años,
Y sin que te importen los daños.
Ámame en silencio y muy lentamente
Para desnudarnos el alma,
Para perder la razón.
Ámame como si no hubiera un mañana,
Para dejar salir la pasión.
Abrázame fuerte y muy tiernamente,
Como si temieras perderme
Como si soltarme te causara dolor.
Ámame con los ojos cerrados
Piérdete en mis brazos,
Y quédate escondido en mi corazón.
Ámame sin verme y dibújame en tu mente
Y enrédate despacio en todos mis sentidos.
Ámame en las sombras, respira mis sonidos,
Y cuando las sombras se hayan ido,
Y tú no estés conmigo,
Cerraré mis ojos, te evocaré a solas
Y te amaré otra vez.
EB