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Revocación del mandato a Córdova

Escrito en OPINIÓN el

Le fue como en feria a Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), en su comparecencia ante la Cámara de Diputados el lunes próximo pasado, en donde la gran mayoría de los representantes populares fueron eco de las múltiples descalificaciones y justificados reclamos que este órgano ha tenido en los últimos años. Y con toda razón, ya que todos hemos sido testigos de cómo han secuestrado, de manera facciosa, a la democracia que tanto esfuerzo y sacrificio nos ha costado conquistar a la misma mayoría de mexicanos que hoy nos sentimos agraviados y subrepresentados dadas las decisiones que contravienen de manera transgresora a los intereses de la mayoría de los mexicanos.
No habremos de olvidar que este organismo electoral, acaparado por las manos de los mismos actores protagonistas que fungieron como cómplices de los fraudes cometidos por el régimen corrupto neoliberal del PRIAN, no sólo en las elecciones presidenciales del 2006 y 2012, en donde operaron de manera por demás desvergonzada en contra del avance de lo que en aquel entonces éramos oposición, sino que esta dupla fascista integrada principalmente por Ciro Murayama y Lorenzo Córdova, en un amasiato perverso con la derecha conservadora, se han volcado ahora con toda alevosía en contra de las decisiones de la mayoría del pueblo, del partido mayoritario en el poder, y del gobierno de la Cuarta Transformación.
Como se pretende que olvidemos que fue este mismo INE, sólo bajo las siglas del IFE, secuestrado hoy por estos desgraciados personajes, entre otras lindas ternuritas, que se hicieron de la vista gorda e ignoraron los recursos ilícitos que recibió Vicente Fox a través del grupo “Los Amigos de Fox”, para financiar de manera por demás corrupta su campaña electoral; también se hizo el que la virgen le hablaba, cuando por medio del software de Hildebrando, el cuñado del entonces espurio presidente Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón, Heriberto Zavala, manipularon los resultados preliminares de aquella elección; se hizo el sordo cuando el PRI pagó 160 millones de pesos para la compra de votos por medio de las tarjetas Monex.
Y cómo pasar por desapercibido lo que hoy sucede con el dinero de OHL y Odebrecht que terminaron en campañas de Peña Nieto y Del Mazo en el Estado de México; cómo pasar por alto lo que sólo en este 2021, el maniatado INE, por decisión de su prostituida cúpula Córdoba-Murayama, evitó de un plumazo que Morena tuviera la mayoría en el Congreso, lograda en las urnas; eliminaron también nuestras candidaturas con el pretexto de no haber entregado informes de gastos de precampaña que no existió; el INE actúa en contra de los principios básicos de la democracia representativa, quitando al pueblo el derecho fundamental, no sólo de elegir directamente, de manera libre y transparente a sus representantes, sino que pretende enmudecerlo cuando la revocación será un refrendo de mandato.
Necesitamos sin duda un Instituto que organice y vigile las elecciones de nuestro país, sin embargo, este deberá ser un árbitro neutro, no un protagonista parcial que pretende ser un cuarto poder. Un órgano fuerte sí, pero que haga gala y utilice sus facultades para consolidar el poder del pueblo de elegir de manera libre a sus representantes, y no obstaculice este ejercicio básico ciudadano con acciones francamente facciosas y clasistas que más bien obedecen a la misma camarilla de cuates que han dejado hecho un desastre al país, y cuyas transas, parece, son parte de la dinámica actual que persiste en querer regresar al poder para seguir robándonos el futuro, y lo que les faltó de los bienes de la Nación. Por ello, la revocación debiera ser, del mandato del presidente consejero del INE.
ADENDUM
Todavía tienen la desfachatez de quejarse por falta de recursos para realizar sus funciones. Uno de los órganos garantes de la democracia, que no sólo hacen todo lo contrario a garantizarla, sino que es uno de los más caros del mundo.
Más de 300 mil pesos mensuales ganan estas lindas ternuritas, más todos los gastos superfluos que se despilfarran sin control, y un fideicomiso opaco con más de mil 800 millones de pesos.
Habremos, por lo menos, de quitarles el cheque en blanco que tanto defienden, y que utilizan sólo para amedrentar a la democracia.
Y si no pueden con lo que ya tienen, ¡que renuncien!