Acusa “El Chómpiras” al gobierno de la república, de que la Federación no le da a Tamaulipas en presupuesto u obras o partidas adicionales, las justas, proporcionales y merecidas cantidades que muy generosas deberían ser, máxime que nuestro estado es la segunda entidad -después de Ciudad de México – que más le aporta dinero a la nación, producto de impuestos del comercio exterior.
Tributos que dicho sea de paso, son generados mayormente por el comercio exterior que pasa por Nuevo Laredo, mercancías que ingresan y que salen, o sea, la importación y exportación que aquí se produce.
¿Pero qué sucede en su accionar de él, como goberladrón, como cabeza estatal para con esta nuestra noble tierra, la región que dormita en la margen del río, llamada Nuevo Laredo?
Que desde su primer día como ejecutivo estatal -o más bien, como ejecutor, de acuerdo a las acumulables calaveras que va cargando en su guardarropa- decidió robarle a nuestra ciudad, descarada y cada vez más desvergonzadamente, el Fidecomiso Nuevo Laredo Puente Tres.
Bajita la mano, sólo del 1 de octubre de 2016 a la fecha, en casi cuatro años que lleva este hombre de Reynosa mandando en el estado, se han producido no menos de 2 mil millones de pesos (aclarando que adrede nos estamos raboneando en números) por concepto de peajes del Puente del Comercio Mundial.
El hombre de los cuernos largos, se los ha quedado todos, hasta el último penique.
Y por el contrario, con otra máscara puesta, portando la careta de la desvergüenza, reclama a la Federación el dinero que dice que Tamaulipas merece y que el gobierno nacional no le otorga a nuestra entidad, siendo que la entidad le abona mucho a la república, gracias a que somos una tierra geográficamente privilegiada.
OSCURIDAD DE SU CASA
¡Pero él no le da nada al municipio de Nuevo Laredo!, mismo que alimenta a todo Tamaulipas.
El de Reynosa, se ha carranceado el Puente Tres o Puente del Comercio Mundial, atraco que será hasta el fin de su gobierno, en el año 2022.
Todo es dinero de Nuevo Laredo, por la sencilla razón que ese paso binacional de camiones de carga, en lo que hace al territorio azteca, se ideó, nació y creció, gracias al dinero de los habitantes de Nuevo Laredo, al pago de una deuda que aún llevamos a cuestas los de esta ciudad y que puntalmente cubrimos a quien se le debe.
Nadie extraño, nada por encima de nosotros, así de claro, ningún forastero, ¡jamás!. han tenido que ver con el Puente Tres, todo salió de aquí, de este terruño.
Y es hora y punto que aquí se está pagando el empréstito, aún no se ha finiquitado.
Ni un gramo de tierra o cemento, se adquirieron con dinero ajeno a esta ciudad, pero sí el gobernador de Tamaulipas, lo tiene secuestrado como si fuera suyo.
¿Y la ciudad generosa como ésta? Pues véanla, está que se cae, no tiene calles o no sirven, no tiene transporte urbano para su clase trabajadora, no cuenta con servicios públicos bastantes, no hay recolección de basura que se precie de buena, ni nadie puede asegurarnos agua potable todos los días, no hay alumbrado público, ni buenos drenajes sanitario y pluvial, no hay alcantarillado, no hay ni seguridad pública.
PUEBLO POBRE, GOBIERNOS RICOS
La ciudad es pobre, mientras tenemos un gobierno municipal muy rico y uno estatal también bastante adinerado, gracias a todos nosotros, los de casa.
El pueblo carece en confort público, en mobiliario de ciudad o equipamiento urbano, pero en cambio tenemos a dos cínicos redomados -pero por esta vez al de casa, al que preside La Yunta, lo dejaremos de lado-, eso es lo que tenemos.
Pero dirigiendo a Tamaulipas tenemos a alguien de lo peor, pero para muestra les contaremos un segundo y último botón, como ejemplo de este caradura al que nos referimos.
Resulta que el hombre se carga una perra persecución hacia Carlos Enrique Canturosas Villarreal y familia, inventándoles a los Cantú, hasta acusaciones de homicidio, como fue con el tío del susodicho, mismo que la justicia dejó en libertad, por ser algo tan burdo a ojos vistos de todos los tamaulipecos.
Pero también le ha estado abonando a CCR órdenes de aprehensión, en cada uno de los últimos tres años, casi cuatro del gobierno estatal, con acusaciones de lavado dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita, simulaciones o facturaciones falsas, entre otras acusaciones.
¿Cuál es el pecado de Canturosas? Ser su competidor del cabezón, entre los años 2015-16 por la candidatura panista a la gubernatura.
No lo ha dejado en paz desde entonces, en mucho porque teme -y está en lo correcto en su apreciación o presunción- que Canturosas vuelva a competir por la alcaldía o la diputación federal en esta elección del 2021 y podría causarle un daño desde uno de esos cargos.
O bien, no lo quiere dejar con vida (política) como para que busque la gubernatura en el año 2022, que se convierta en su sucesor, con todas las amenazas que ello conllevaría.
Pero en fin, el caso es que esa cánida caza, esa tenaz cacería hacia Carlos Canturosas, hoy llama la atención porque justo el de Reynosa vive algo similar, él se queja de que el gobierno federal le está haciendo una persecución injusta, acusaciones falsas.
Hoy se dice señalado sin razón y falsamente, de corrupción, extorsión y otras “linduras” a su “inocente” persona, por parte de Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, por lo de las corruptelas en la aprobación de la Reforma Energética en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
El Cabezón se dice ajeno a los sobornos del caso Odebrecht, así como a las embarradas de dólares por las compras y ventas del gobierno federal de EPN sobre las empresas “chatarras”, Fertinal e Hidro Nitrogenados, entre otras historietas en las que el gobernante fronterizo está bien empapelado.
¿Qué cosas, no? En Tamaulipas tenemos uno que es candil de la calle y oscuridad de su casa.
Feliz domingo, pero más feliz será cuando este tipo caiga en chirona, le den fresco bote, lo pongan a mascar barrote.