Han transcurrido más de siete meses del año y el Río Bravo apenas registra dos muertes por ahogamiento de migrantes, de acuerdo con cifras de Protección Civil y Bomberos.
Las víctimas fueron localizadas y recuperadas por el equipo de rescate acuático de la dependencia, en coordinación con autoridades estadounidenses.
Según las estadísticas oficiales, esta cifra representa la más baja en los últimos años, y obedecería a que los migrantes se rindieron en cruzar ante el redoblamiento de vigilancia de Estados Unidos.
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En contraste, en 2024 se reportaron ocho muertes; en 2023, nueve; en 2022, diez; y en 2021, hasta 20 personas perdieron la vida intentando cruzar.
Entre los factores que han influido en esta disminución destacan las estrategias preventivas locales. Una de ellas es la colaboración con pescadores de la zona, quienes ahora participan activamente en acciones de concientización en espacios públicos cercanos al río.
Además, la intensificación de la vigilancia por parte de autoridades estadounidenses en la frontera contribuye a desalentar estos intentos, al reducir las oportunidades de paso y aumentar los riesgos para quienes consideran cruzar.
Las autoridades municipales continúan trabajando con énfasis en la prevención, el monitoreo constante y la cooperación binacional para evitar más tragedias en el afluente.