A diferencia de otros años en los cuales lo servicios de urgencia del Hospital General eran saturados por golpes de calor, deshidratación y diarreas, esto ha quedado en el pasado, pues la gente acude por otros problemas como accidentes automovilísticos, atropellamientos, así como descontrol en presión arterial y glucosa.
Filiberto Martínez Cuellar, epidemiólogo del Hospital General ahora IMSS-Bienestar, dijo que son mínimas las atenciones relacionadas por calor, con un incremento bajo del 5 por ciento.
Indicó que tras la pandemia se reeducó con la prevención a la salud, el lavado de manos, no automedicarse, además de protegerse de las altas temperaturas y salir en los horarios adecuados.
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“Afortunadamente ha sido muy buena la respuesta de la población en este tipo de padecimientos, por lo que son pocas las atenciones que se han brindado durante la canícula, pese a las altas temperaturas que se han registrado”, expresó.
Sin embargo, exhortó a la población a continuar aplicando estas medidas de salud, pues las temperaturas seguirán altas, que mejor hacerlo con las estrategias de salud que ya conocen como el consumo de agua natural, uso de bloqueador solar, paraguas o sombrero, ropa de manga larga y con colores claros, entre otros.