HISTORIAS DE LA FRONTERA

River Drive Mall: por 30 años fue la plaza comercial favorita de miles, a orillas del Río Bravo

El histórico centro comercial de Laredo, Texas, a un lado del afluente que divide a los dos países, marcó una época en la vida fronteriza que es recordada con gran nostalgia

El inolvidable River Drive Mall
El inolvidable River Drive MallCréditos: internet
Escrito en NUEVO LAREDO el

La historia de Laredo, Texas no puede contarse sin mencionar al River Drive Mall. Ubicado frente al Río Bravo y junto al Puente Internacional I, este centro comercial fue por más de tres décadas el corazón comercial y social de la ciudad.

Inaugurado en 1970, no solo representó modernidad y progreso, sino que definió una era en la frontera. Su ubicación privilegiada atrajo tanto a compradores locales como a familias mexicanas que cruzaban la frontera solo para pasear por sus pasillos y tiendas.

El River Drive Mall

Durante los años setenta y buena parte de los ochenta, el mall vivió su apogeo. Fue el primer centro comercial cerrado de Laredo y el favorito de miles.

Entre sus muros se albergaban tiendas ancla como JCPenney, Frost Bros., KB Toys y Bealls. El centro ofrecía una experiencia completa con restaurantes, juegos infantiles, salas recreativas y hasta un supermercado local, Santos & Garza.

Su arquitectura reflejaba el estilo de la época: tonos tierra, fuentes decorativas, paneles de madera y una impresionante vista del Río Bravo.

Sin embargo, su hegemonía comenzó a debilitarse en 1977 con la llegada del Mall del Norte. A eso se sumaron factores externos como la devaluación del peso mexicano en los años noventa, que redujo drásticamente el poder adquisitivo de su principal clientela: los compradores del lado mexicano.

Para comienzos de los 2000, el River Drive Mall cerró definitivamente sus puertas, dejando tras de sí un edificio desocupado y un cúmulo de recuerdos.

Un intento fallido de revitalizarlo como “El Portal” nunca se concretó, y el edificio permaneció abandonado durante más de una década, convertido en símbolo del deterioro urbano.

Su demolición marcó el fin de un capítulo nostálgico y el inicio de una nueva etapa comercial. El actual complejo comercial es un moderno espacio que promete devolverle a Laredo su brillo comercial del pasado.