Desde hace más de 20 años, varias generaciones alumnos de la escuela de Karate Martial Arts América, aprovechan la primavera y sus mañanas agradables para reunirse en familia y salir a volar papalotes, una tradición y gusto que comparten desde abuelos, hijos y nietos.
Niños, niñas y adolescentes deportistas dejaron por un momento el dojo y entrenamiento para convivir al aire libre y disfrutar del sol. “Tenemos aproximadamente unos 22 años trayendo generación tras generación, todo va cambiando, pero que no se olviden las tradiciones, que se olviden un poco de los teléfonos, aparatos y tabletas”, comentó el senséi Mario Reyna.
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La escuela de karate recibe alrededor de 70 niños en tres diferentes clases, donde aprenden disciplina, técnicas de defensa persona l, respeto, autoconfianza, perseverancia, entre otros aspectos. El profesor Reyna dijo además que tratan de reunir a las familias en esta actividad, para que convivan fuera del entorno del karate.
Además de volar cometas, hicieron carne asada, jugaron futbol y otros deportes. La cortesía y el respeto son esenciales dentro y fuera de la academia, por lo que no es la única actividad que realizan a lo largo del año, toda vez que tratan de convivir en fechas y temporadas importantes.