Pocos recuerdan que, en la década de 1950, Nuevo Laredo celebraba con entusiasmo su propio Carnaval. Durante los días previos a la Cuaresma, la ciudad se llenaba de algarabía con desfiles, disfraces y música, en una festividad que buscaba consolidarse en el calendario de eventos populares.
A pesar de los esfuerzos de los comités organizador, la fiesta no logró el arraigo necesario y con el tiempo fue desapareciendo de la memoria colectiva.
El Carnaval de Nuevo Laredo
A diferencia de otros carnavales emblemáticos como los de Veracruz, Mazatlán o Campeche, el de Nuevo Laredo no pudo mantenerse en el tiempo.
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En una fotografía compartida por el Archivo Histórico Municipal en su página de Facebook, se puede observar un carro alegórico de 1952 con la Reina del Carnaval y su corte de honor, un vestigio de aquella celebración que alguna vez iluminó las calles con su esplendor.
Mientras tanto, otras festividades locales, como la tradicional Expomex, lograron consolidarse y perdurar hasta la actualidad. Sin embargo, el carnaval de la ciudad se desvaneció, dejando un hueco en la historia festiva de la región.
Hoy en día, el estado de Tamaulipas mantiene viva la tradición del carnaval en la ciudad de Tampico, donde la celebración se ha convertido en un evento de gran magnitud y convocatoria.
Este año, el llamado Carnaval Conurbado se llevará a cabo del 27 de febrero al 2 de marzo, abarcando los municipios de Tampico, Madero y Altamira.
Con una cartelera artística destacada y la participación de comparsas, carros alegóricos y grupos de animación, se espera una asistencia superior a las 50 mil personas. Las autoridades han impulsado su difusión en diversos estados, buscando consolidarlo como una de las festividades más importantes de la región.
Si bien el Carnaval de Nuevo Laredo no logró establecerse como una tradición perdurable, su breve existencia sigue siendo un testimonio del entusiasmo festivo de la ciudad en tiempos pasados. Aunque la fiesta quedó en el olvido, su recuerdo qued´ø registrado en fotografías y relatos que evocan una época en la que las calles vibraban con música y color en honor al Carnaval.