La ciudad de Nuevo Laredo inicia este miércoles 26 de noviembre bajo un escenario climático cambiante que podría influir en las actividades diarias. De acuerdo con el más reciente informe del Sistema Meteorológico Nacional (SMN), se espera un día con cielo medio nublado a nublado, acompañado de un ambiente fresco por la mañana y temperaturas cálidas por la tarde.
Aunque no se han pronosticado tormentas eléctricas severas directamente para la ciudad, sí existe la posibilidad de lluvias aisladas debido a la actividad atmosférica en el resto de Tamaulipas. La influencia regional puede generar momentos de nubosidad densa y ligera baja visibilidad en algunos sectores.
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En cuanto a las temperaturas, Nuevo Laredo registrará una máxima de 36°C y una mínima de 26°C, un patrón caluroso que continuará a pesar de la presencia del sistema frontal que recorre el norte de México.
Estas condiciones se explican por el avance del Frente Frío 16, reforzado por una masa de aire polar, que se desplaza sobre el noreste y oriente del país. Aunque la mayor concentración de lluvias fuertes a muy fuertes se prevé para otros puntos de Tamaulipas, como la zona costera y el centro del estado, su influencia sí podría extender nubosidad y corrientes húmedas hacia Nuevo Laredo.
Además, se espera un evento de “Norte” con rachas de viento de 40 a 60 km/h en la región costera tamaulipeca. Si bien la ciudad no está en zona marítima, estas corrientes de aire pueden generar ráfagas moderadas durante la tarde y la noche.
Las autoridades llaman a permanecer atentos a los avisos oficiales y a tomar precauciones al manejar, ya que podrían presentarse pavimentos húmedos o resbaladizos si se registran lluvias dispersas.
La combinación de calor, humedad y cambios en la presión atmosférica también podría provocar variaciones rápidas en el comportamiento del clima. Nuevo Laredo mantendrá un ambiente cálido y nublado, con posibilidad de lluvias aisladas derivadas de la actividad meteorológica del norte del país.
Lo ideal es mantenerse informado durante el día y anticipar cualquier cambio repentino en el clima.