Mala imagen urbana, contaminación visual y un peligro latente representan las toneladas de cables que sin tener uso cuelgan en los postes de diferentes sectores de Nuevo Laredo, mismos que han permanecido en ocasiones hasta por décadas sin proveer de ningún servicio o tener alguna utilidad.
Algunos fueron de servicio de cable, otros de telefonía, algunos de baja y otros de alta tensión, ahora solo son cientos y cientos de metros de cable inservible que forma parte de del paisaje urbano y son sostenidos por postes que a su vez sostienen cableado que si está vigente.
Desde el 17 de julio del año en curso, entró en vigor la ley que obliga al retiro de cables en México, esta reforma a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión obliga a las empresas de telecomunicaciones de retirar o enterrar su infraestructura en desuso, con el objetivo de mejorar el paisaje urbano y la seguridad.
Estas marañas y hasta rollos de cables penden en postes de madera o concreto, y no son exclusivos de algún sector de la ciudad. En el crucero de Monterrey y Anáhuac, vecinos aseguran que desde hace años, posiblemente una década cuelgan varios metros de cable y cada que hay lluvias o fuertes vientos, temen que puedan caer.
“Llevan años, muchos años, nunca han hecho por quitarlos. Yo sé que las compañías deben retirar sus cables cuando ya no dan servicio, pero no, ahí están y si pueden caer y causar un problema”, comentó Gerardo, empleado de una tienda de conveniencia del sector.
Otro de los principales riesgos del entramado de cables es que se desconoce cuáles son de energía, de alta tensión, telecomunicaciones o televisión y se llegan a mezclar con aquellos que sí están en función.
