El descenso de las temperaturas en Nuevo Laredo ha generado un fenómeno recurrente: el agotamiento del pan en las panaderías locales.
La llegada del Frente Frío 21, que trajo consigo temperaturas de 5 grados centígrados y sensaciones térmicas de hasta 1 grado, ha desatado una fiebre por las piezas de pan dulce y tradicional.
Se agota el pan dulce
Desde temprano, las conchas, donas, ojitos de buey y banderillas desaparecieron rápidamente de los estantes. En sucursales como el Smart Campeche, los anaqueles de la sección de pan se quedaron vacíos ante la alta demanda.
Te podría interesar
Este panorama se ha replicado en diversas panaderías de la ciudad, que no han logrado abastecer a los compradores deseosos de disfrutar de un acompañante calórico para el chocolate caliente.
La persistente lluvia, combinada con las bajas temperaturas, ha intensificado el antojo de los neolaredenses por el pan recién salido del horno.
Los habitantes recorren diversas panificadoras en busca de nuevas remesas de pan, aprovechando el refrán que asegura que "las penas con pan son menos". El frío, lejos de disuadirlos, ha multiplicado los esfuerzos para conseguir estas piezas tan codiciadas.
Antojo rebasa la oferta
Ante esta situación, las panaderías locales se han visto obligadas a aumentar la producción para satisfacer la creciente demanda. Sin embargo, el ritmo no ha sido suficiente para enfrentar el incremento repentino en las compras, lo que ha provocado largas filas y ansiosa expectativa entre los clientes.
Se prevé que el clima lluvioso y las bajas temperaturas continúen durante el resto del jueves y los próximos días. Mientras tanto, los neolaredenses mantienen vivo el ritual de cazar pan caliente para enfrentar el frío, reafirmando que el pan dulce es mucho más que un alimento: es una tradición reconfortante.
Así, en estas jornadas heladas, el pan no solo se convierte en un alimento esencial, sino también en un protagonista imprescindible que, por ahora, se agota rápidamente en varias panaderías de la ciudad.