Para los ganaderos locales, las últimas lluvias fueron tan beneficiosas, que consideran haber garantizado una buena conclusión del año y un buen inicio para el siguiente, luego de que se registraron hasta 152 milímetros (6 pulgadas) de precipitaciones en algunos de los ranchos de la región.
“Estamos muy bendecidos por tanta lluvia, no la esperábamos, pues años anteriores, septiembre no nos había llovido, pero vuelve el agua. Esta vez fue muy pareja, muy generalizado, y las presas agarraron algo de agua, no a llenarse, pero el terreno está húmedo y puedo decirle que en lo que resta del año, estamos salvados”, expresó Rodolfo Treviño Benavides, presidente de la Asociación Ganadera de Nuevo Laredo.
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Fueron más de cuatro días consecutivos de precipitaciones pluviales, en algunas zonas la lluvia se registró con mayor intensidad que en otras, permitiendo no sólo que el campo se humedeciera, sino que los escurrimientos incrementaran además, el nivel del río. Treviño Benavides mencionó que afortunadamente, el acarreo de agua para el campo, no se ha presentado, al menos no de voz de los integrantes de la asociación, a diferencia de años anteriores cuando la sequía había golpeado fuertemente la actividad en la región.
Recupera un poco La Amistad
Además, derivado de las lluvias en Nuevo Laredo y la región, la presa La Amistad tuvo un ligero incremento de 1 por ciento, y aunque esto pudiera parecer poco de manera general, representa la primera recuperación del año, pues anteriormente los niveles del embalse sólo habían descendido.
En un año, La Amistad perdió hasta 15 por ciento de su almacenamiento, pues además de las extracciones usuales, a partir del 22 de enero comenzó a liberar un volumen mayor de agua con rumbo a la presa Falcón, a través del río Bravo, trasvase que duró hasta marzo y que costó a la primera presa hasta 6 por ciento de su almacenamiento durante ese lapso.