José Reyes Ortega, de 100 años de edad y uno de los papás más longevos de la ciudad, celebrará hoy domingo junto a sus tres hijos, nietos y bisnietos con una comida y su pastel favorito en esta fecha tan especial para ellos.
Don José, originario Zacatecas, pero radicado en esta ciudad desde hace muchos años, de joven se desempeñó como albañil durante mucho tiempo, logrando trabajar en construcciones importantes de Nuevo Laredo, como la Cruz Roja Mexicana, el Hospital San José y la Zapatería El Gallo, además de haber sido quien construyó la casa donde habita, al igual que la de una de sus hijas, a un costado de la suya.
Para sus tres hijos Martha, María de los Ángeles y José Arturo Reyes Díaz, es un orgullo poder tener con ellos a su padre, que a base de esfuerzo, trabajo y sacrificio, pudo darles estudio y una carrera profesional a cada uno.
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“Para nosotros es un honor que nos llena de orgullo tener a mi papá y más que esté a unos meses de cumplir 101 años, por ello estamos dedicados a cuidarlo y atenderlo, él no tiene enfermedades como diabetes o presión alta, su problema es de los huesos, el cansancio de los años, lo que le dificulta el caminar”, expresó su hija Martha.
Incansable, proveedor de su hogar
Eddie Gómez este año sí pudo disfrutar ver a sus dos hijos bailar en el festival escolar del Día del Padre, por lo que estuvo contento en el convivio y captando el momento en fotografía y video.
“El año pasado no pude asistir al festival del Día del Padre, porque en otra empresa donde trabajaba, no había ese permiso, para ellos no era una fecha importante y ahora que cambié de trabajo, en esta empresa hice la solicitud y sí me dieron el permiso para poder asistir. Tengo dos niños y los dos participaron en el bailable, están contentos de que puede venir a verlos”, manifestó.
Comentó que es bueno que también tomen en cuenta a los papás para festejarlos en las escuelas, ya que no todos pueden celebrar en esa fecha en particular, como en su caso, que regularmente le toca trabajar y después en casa lo sorprenden con una comida especial.
“Me toca trabajar en esa fecha, así que no lo festejo como tal, pero luego en casa con una comida o cena en familia, lo importante es convivir y sé que cuento con el cariño y el apoyo de mis hijos”, compartió.
Padre, abuelo y hasta héroe
Hay padres que dan su vida por la familia, pero hay otros que la arriesgan para salvar la integridad de cualquier ciudadano que se encuentre en peligro, como es el caso del capitán de bomberos, Sabino Rendón Regalado.
El rescatista tiene desde el año 2000 en la corporación, es decir, 24 años ininterrumpidos, combinando su faceta como papá y la de ser un bombero de tiempo completo.
“Aquí es la segunda casa, tenemos que venir aquí con la bendición de la esposa, nietos, hijos. Como podemos regresar, podemos no regresar”, afirmó.
Sabino dijo que por el oficio que desempeña, ha sacrificado algunos momentos familiares, ya que en ese trabajo no hay festivos, se debe prestar servicio constante a la ciudadanía.
Para poder realizar su labor, debe darse tiempo para la familia y para el trabajo, tratando de que una cosa no afecte a la otra.
Al ser bombero, su vida está en constante peligro, pero esto no lo detiene a seguir ayudando y atendiendo emergencias, dando el mejor ejemplo, no solamente a sus hijos, sino también a sus nietos.
“Me dicen que tenga cuidado, que me cuide de los incendios”, comentó Sabino.
Recordó muchos sucesos importantes, pero el que considera lo puso en especial riesgo fue cuando sacó a dos personas que entraron a limpiar la fosa en una gasolinera; los trabajadores entraron sin equipo para protegerse.
Guardián de la salud de la ciudadanía
Para Filiberto Martínez Cuéllar, epidemiólogo del Hospital General, cumplir con su trabajo por más de 40 años, viendo por la salud de las personas, le ha privado de estar presente en algunas fechas importantes como el Día del Padre, cumpleaños y navidades; sin embargo, a pesar de las dificultades, pudo compaginar su profesión con el rol de papá.
“Ha sido difícil porque a lo largo de cerca de 40 años de matrimonio, compaginar el ejercer como profesional de la salud y al mismo tiempo ser papá, te das cuenta que al paso del tiempo hay situaciones que nunca lograste estar en los momentos en donde más se requiere tu presencia por el trabajo, pero creo que cuando los hijos crecen, logran entender esa mecánica que existe en el matrimonio porque ellos ya como profesionales y cuando tienen hijos, entienden que uno a veces quisiera tener más tiempo de calidad y a veces es difícil”, enfatizó.
Martínez Cuéllar comentó que sus dos hijos siguieron sus pasos el elegir carreras en el campo de la salud, pues uno es pediatra y su hija psicóloga, por lo que ahora entienden mejor que en ocasiones se sacrifica el tiempo con la familia para atender su deber laboral.
“Elegí esta carrera porque desde pequeño siempre me llamó la atención algo relacionado con el humanismo, lo que ves en el entorno de carencia de salud, lo que batallan las personas en tener accesos a la salud y es una de las satisfacciones más grandes que he tenido, además de ser papá”, exteriorizó.
La enseñanza es su pasión
Con una tradicional carne asada y convivencia familiar junto a sus hijos y su padre, Edgar Manuel Pérez Ruíz, maestro de educación física, tiene planeado celebrar hoy domingo el Día del Padre.
Para el docente ha sido fácil combinar su faceta como maestro y como padre de familia, pues al impartir la clase de educación física, el practicar deporte, es algo que transmite a sus retoños y fomenta entre sus alumnos.
“Desde pequeño quise ser maestro de educación física por el trato hacia los niños y me gusta mucho mi trabajo, lo que hago y eso trato de inculcar a mis hijos; el cariño que siento por trabajar con niños, no se diga cuando son los propios, te enfocas más y lo llevas más a la práctica”, indicó.
El docente dijo que es un papá que juega mucho con sus hijos y les fomenta el practicar algún deporte, ya que mediante el juego es como enseña la clase de educación física.
“Para mí es fácil relacionarme con los niños, mi trabajo me pide ser ese maestro que se acerca a los alumnos, que tiene empatía con ellos, y mis hijos lo entienden y trato de transmitirles eso, pues también vengo de una familia de generaciones de maestros”, subrayó.