Los estantes de las tiendas solían estar repletos de jabones con los que se bañaban en los ochenta los neolaredenses y hoy despiertan memorias entrañables. Las marcas, empaques y fragancias, ahora casi olvidados, resurgen en la conversación gracias a las redes sociales, donde usuarios comparten anécdotas y recuerdos de su niñez.
Jabones de los 80... y más atrás
Desde el inconfundible “Nordiko”, famoso por su comercial donde era cortado con una navaja, hasta el siempre confiable “Escudo”, que en las tiendas de Laredo, Texas se compraban con el nombre de “Safeguard”, estos productos no solo limpiaban, sino que acompañaban momentos cotidianos que hoy se evocan con cariño.
Omar Mireles comenta, evocando la curiosidad que generaba este anuncio:
¿Recuerdan el comercial de Nordiko que lo cortaban con una navaja? ¿Cuántos como yo también lo hicieron?
Por su parte, Javier Ramírez Rodríguez relata: “En casa siempre usamos Escudo, con su rolita pegajosa del comercial. Unos años después, le devolvieron su nombre original”.
Otros, como Mary Carmen García Ochoa, recuerdan los usos más creativos de estos jabones: “Ohhhh el Darling... Hice manualidades con él, se le ponía encaje alrededor y una imagen bonita al centro”. Mientras tanto, Aidee Camacho Lavín comparte que en su hogar se usaban Nordiko, Escudo y, ocasionalmente, Zest: “Estaba carito, y mi abuelita usaba Camay. ¡Qué tiempos!”.
Oscar Marín trae a la memoria fragancias más sofisticadas como “Henno de Pravia” y “Maja”, asociándolos con su abuela:
El Henno de Pravia olía excelente, y el Maja era el jabón con el que se bañaba mi abuela. Parece que ya casi nadie recuerda eso
Estas marcas, como Camay, Protex, Palmolive Essential, Darling y Tío Nacho, marcaron una era en la que cada aroma se impregnaba no solo en la piel, sino en los recuerdos.
Para muchos neolaredenses y mexicanos en general, estos jabones representan un vínculo con un pasado lleno de simples placeres y calidez hogareña. ¿Cuál de ellos era tu favorito?