NIÑOS

Explotación infantil, cruda realidad en Nuevo Laredo

Paquito apenas tiene 9 años, pero ya debe pasar horas bajo el sol y con 40 o más grados en el Puente Uno, pidiendo limosna mientras lo vigila un adulto

Escrito en NUEVO LAREDO el

Paquito no pasa sus días jugando y aprendiendo como el resto de los niños que disfrutan sus vacaciones, sino que está durante gran parte del día a la intemperie, en medio de una temporada de calor extrema con más de 40 grados centígrados diariamente, todo para pedir dinero.

Ubicado con frecuencia en el área peatonal del Puente Internacional 1, este pequeño de 9 años pasa horas pidiendo una limosna a los transeúntes.

Al cuestionarlo al respecto, mencionó que era para su “hermanito” y que era llevado por una tía. En todo momento el menor parecía ver a la distancia a una persona.

Su caso fue atraído por el DIF, dado que con frecuencia los menores que son víctimas de explotación, son llevados por algún familiar a pedir dinero o vender flores, chicles y otros artículos mientras son vigilados a la distancia por un adulto.

Los explotadores buscan que por su calidad de niños conmuevan a los transeúntes para que sean generosos con sus monedas. Así como él, otros niños en Nuevo Laredo son vistos en cruceros durante el día o al exterior de taquerías y otros lugares en la noche.

Paquito comentó que llega temprano con su tía al puente, con rostro ojeroso y cansado, protegiéndose del sol con un cartón a su espalda en espera de que la gente comience a regresar a Nuevo Laredo para pedirles dinero.

“Mi tía me trae para pedir dinero. El dinero se lo doy a mi mamá para la leche de mi hermanito”, expresó somnoliento. Así como estos menores, hay abuelitos que son explotados por personas que los dejan en los cruceros o alrededor del centro. Solo se acercan a ellos para quitarles las monedas que la gente les da a su paso.

Como el caso de Paquito, el Sistema DIF llega a detectar otros niños, ya sea vendiendo flores, chicles o pidiendo dinero, prácticamente en todos los casos con un adulto que podría estarlos explotando. Si bien, cuando el personal del DIF se acerca a los menores y su familia, el primer paso que se toma es hablar con ellos, exponer la situación de riesgo, de retirarlo y de que no vuela a presentarse.

En caso de ser reincidentes, se toma la decisión de acoger a los menores para salvaguardar su integridad, ya que este es un derecho de los niños, de cuidar su integridad, de que asistan a la escuela, por lo que tienen prohibido trabajar y no exponerlos a los peligros que representan las calles.