La forma en que nuestros abuelos solían 'echar novio' cortejar y encontrar pareja ha variado mucho desde ese entonces a la actualidad.
En Nuevo Laredo te contamos cómo solían hacerlo en lugares emblemáticos que hoy ya no existen o están cerrados, pero que guardan mucha nostalgia por los tiempos pasados.
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Así 'echaban novio' nuestros abuelos
Muchas parejas se conocían a través de la comunidad local. Asistían a eventos sociales, fiestas de vecindario, bailes y reuniones religiosas en sus áreas locales, lo que les daba la oportunidad de interactuar y conocer a personas de su entorno. La hora de misa en iglesias antiguas de la ciudad como El Santo Niño o la Catedral era el momento indicado para interactuar para iniciar una relación.
Otra forma común eran las conexiones a través de amigos y familiares, lo que era algo común. Las personas confiaban en las recomendaciones y presentaciones de sus seres queridos para conocer a sus posibles parejas. Desde entonces ya se organizaban las "carnitas asadas", tan características de esta frontera hasta estos días.
Bailes y eventos sociales
Los bailes eran una forma popular de conocer gente nueva. Los salones de baile y las fiestas eran lugares donde las personas podían socializar, bailar y entablar conversaciones, lo que a menudo llevaba a conexiones románticas.
Lugares de bailes como El Nogal, o el Salón América eran sitios emblemáticos de la ciudad donde grandes orquestas se presentaban y nuestros abuelos solían ir ataviados de la mejor manera, pasando a tomar una bebida en la famosa La Cafetería Modelo, que se encontraba dentro del inmueble.
Las caravanas de la Cerveza Corona llegaban a la ciudad. En esos eventos muchas personas encontraron su pareja y después contrajeron nupcias, teniendo numerosas descendencias.
Las actividades recreativas y los clubes también desempeñaban un papel en la formación de relaciones. Clubes sociales, grupos de teatro, clases de baile y otras actividades similares permitían a las personas con intereses compartidos reunirse y conocerse.
Los cines
Las salas de cine eran el lugar favorito en el que nuestro mayores solían ir a "echar novio". Lugares céntricos como el Independencia, el Teatro Concordia, Palacio, Hidalgo, Nacional, el Alameda y el Cine Juárez eran auténticos lugares para afianzar los romances, mientras que el Autocinema Serenata, que se encontraba a las afueras de la ciudad, siempre lucía lleno de carros de familias y parejas
En épocas en las que la comunicación escrita era más común, las personas a menudo se conectaban a través de cartas. Podían intercambiar cartas con personas que vivían en diferentes lugares, incluso en la misma ciudad, utilizando el Servicio Postal Mexicano, lo que les daba la oportunidad de conocerse antes de un posible encuentro en persona.
Entre las familias de los antiguos neolaredenses, existían los "casamenteros", los cuales tenían un papel importante en la búsqueda de parejas que pudieran enamorarse. Estas personas actuaban como intermediarios y ayudaban a facilitar los encuentros entre futuras parejas.
Las personas también podían conocerse en sus lugares de trabajo. Los compañeros de trabajo a menudo pasaban mucho tiempo juntos, lo que podía dar lugar a relaciones románticas. De esta manera en las primeras maquiladoras de la ciudad, que se instalaron a partir de 1965 fueron también lugares claves que unieron a parejas.
A falta de redes... cara a cara
A diferencia de la comunicación digital de hoy en día, la mayoría de las interacciones eran cara a cara. Esto significaba que las personas tenían que desarrollar habilidades sociales sólidas para interactuar y conectarse con los demás.
A medida que las tecnologías y las sociedades han evolucionado, las formas de buscar pareja también han cambiado considerablemente. Por lo pronto, conocer cómo 'echaban novio' nuestros abuelos nos trasladan a tiempos que ya no volverán.