Con sombrilla en mano, gorras y hasta sombreros para protegerse de las altas temperaturas, los movimientos de laicos de la Diócesis de Nuevo Laredo participaron en la tradicional peregrinación mensual al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, que se observó con lleno total.
“Acompañamos a la Virgen con el rezo del rosario en la peregrinación y en la misa como cada mes, para seguir encomendando la Diócesis a nuestra Madre Santísima y todos nosotros a través de la devoción popular para que podamos crecer en el amor y devoción hacia ella y encomendar a nuestras familias, parroquias y movimientos”, señaló Martha, una de las participantes.
Heriberto Sastré, coordinador de la Pastoral de Religiosidad Popular, resaltó que la devoción a Santa María de Guadalupe es tanta que sin importar las temperaturas extremas hubo una buena concurrencia y reconoció el esfuerzo que realizaron los organizadores. Asimismo reconoció la gran respuesta que los Movimientos han dado a nuestra Santísima Madre.
Durante este recorrido todo transcurrió sin complicación alguna, ya que los laicos iban preparados para protegerse de los intensos rayos del sol y con una gran devoción a la Morenita del Tepeyac. Al ritmo de los tambores y danzas, con banderines blancos como una señal para la paz mundial y unión familiar.