Acudir en fase tardía para el diagnóstico de VIH y sida llevó a la muerte a dos hombres, uno de 39 años y el otro de 59.
En el primer caso, el paciente apenas logró ser ingresado y falleció al mes; el segundo caso si bien inició su tratamiento en el 2019, no fue constante con su medicamento, por lo que se complicó y perdió la vida en mayo de este año.
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Del total que se tiene que son cerca de 360 pacientes ingresados al Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) al menos entre un 5 y 8 por ciento, o no es constante con su tratamiento o lo deja, lo que conlleva a complicaciones y muertes por esta causa, dijo Juan Francisco Ortiz Brizuela, director del CAPASITS.
“Actualmente en estos cinco meses del año hemos ingresado 30 personas ya confirmadas de VIH y sida, de estos casos 19 son nuevos, 11 casos provenientes de otros lugares y tratamiento diagnosticado por decisión se quedan en la ciudad y se integran aquí con nosotros, de ellos”, dijo.
Los rangos de edad de todos estos pacientes oscilan entre los 19 y los 54 años. La mayor parte de estos pacientes está en fase de VIH, pero sí se tienen ocho casos de Sida que se han ingresado como nuevos.
“Esta situación es desfavorable para ellos, porque lo que pretendemos es evitar detectarlos en una fase avanzada, llamada sida, para evitar las complicaciones o el riesgo de muerte.
"En relación al VIH, también en lo que va hasta mayo, llevamos dos defunciones”, refirió.
Añadió que se trabaja con ellos para que sean constantes, sobre todo que a hora son menos pastillas las que se toman, antes eran cerca de 20, y ahora es una, en algunos casos entre tres y cuatro, y aún así lo dejan, pese a que saben que esto conlleva complicaciones a su salud, como ya pasó con las dos defunciones.