Escrito en NUEVO LAREDO el
El miércoles se cumplen dos años de la sorpresiva “tromba de mayo”, la cual dejó pérdidas millonarias a Nuevo Laredo y se coloca en la historia de la ciudad como uno de los fenómenos más destructores a los que se hayan enfrentado los neolaredenses.
El 17 de mayo por la noche, en sólo 45 minutos, la ciudad quedó completamente destrozada, sin electricidad, telefonía ni agua potable, además de los cuantiosos daños en negocios y casas habitación.
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El estado de las calles daba un aspecto de destrucción como si un tornado de gran fuerza hubiera pasado por la ciudad.
Ante un gobierno municipal paralizado, la solidaridad de la comunidad se hizo patente ayudándose unos con otros, removiendo escombros, árboles y ramas.