Para los neolaredenses, conseguir gasolina se ha vuelto un viacrucis durante toda la Semana Santa, pues si bien no hay un desabasto generalizado, la alta demanda del combustible ha llevado a diversas estaciones de servicio a cerrar por espacio de algunas horas, hasta que llegue una pipa a reabastecer e incluso restringir la venta o incrementar los precios.
PEREGRINAR POR GASOLINA
Javier pretendía llenar de gasolina el tanque de su camioneta, para ello recorrió varias estaciones de servicio, encontrando algunas cerradas, como la de Municipio Libre y Reforma, mientras que la de Reforma y López de Lara era reabastecida por una pipa con combustible; en Lago de Chapala y Monterrey, encontró dos, una operando con muchos autos haciendo fila y la otra en espera del ansiado producto. Estos tres escenarios fueron comunes, unas abiertas, pero con extensas filas, otras cerradas y algunas más con pipas surtiendo el combustible.
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CIERRAN POR HORAS
Con la alta demanda afectando el ritmo de abastecimiento, con frecuencia las gasolineras se quedan sin producto, derivando en el cierre por varias horas, pues así como Javier, los neolaredenses debieron peregrinar entre diversos sectores en busca de gasolina, con frecuencia preguntando en redes sociales sobre las estaciones que estuvieran disponibles en ese momento.
Al respecto, la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas manifestó recientemente que si bien se ha registrado un problema en el suministro del combustible a las estaciones de servicio -atribuibles al repentino repunte en la demanda-, destacó que no se avisora un desabasto generalizado como tal, pues la ciudad se encuentra en un proceso de normalizar sus actividades en este sentido. Sólo la presidenta municipal ha abordado el tema, pues por parte de los empresarios gasolineros no se ha emitido postura alguna al respecto.
UN RUMOR DESESTABILIZÓ
La problemática comenzó el lunes 3 de abril, luego de que el rumor de un presunto desabasto llevó a miles de automovilistas a precipitarse a las estaciones de servicio para llenar sus tanques, creando una demanda extraordinaria, situación que de acuerdo con empresarios y encargados de gasolineras, desestabilizó el flujo habitual en la proveeduría de combustible, pues la mecánica de la mayoría de las concesionarias consiste en programar su abastecimiento en base al consumo promedio o en su defecto, solicitarlo conforme se va requiriendo.
“Ahorita la demanda está alta, no hay escasez, pero por ejemplo, hace rato se nos acabó la verde (Magna) y hoy mismo nos trajeron una pipa de 30 mil litros, pero eso sólo nos va a durar de aquí a mañana (hoy) y es que la mayoría de las gasolineras aquí ‘vivimos’ al día, no hay almacenada, entonces vamos pidiendo conforme se empieza a acabar”, explicó Luis, encargado de una estación de servicio en Nuevo Laredo.