Una costumbre en la vida de la frontera entre México y Estados Unidos es cruzar para estar en compañía de amigos y familiares, tomar unos tragos y después regresar al lugar de origen algo "alegre", pero no debes olvidar que cruzar a Texas alcoholizado podría convertirse en algo riesgoso.
Es aquí cuando surge la interrogante de saber si se pudiera tener algún problema al cruzar después de haber bebido de más.
Cruzar a Texas alcoholizado
Hay que saber que las leyes sobre la conducción de vehículos en estado de embriaguez en el estado de la Estrella Solitaria son muy claras y precisas.
Al intentar cruzar en estado inconveniente después de haber consumido bebidas alcohólicas, es casi seguro que seas elegible para una revisión secundaria.
En los puntos de ingreso fronterizos se dan casos de personas que han intentado regresar a Texas en estado de ebriedad y son detenidos por oficiales de Aduana y Protección Fronteriza, quienes a su vez turnan al conductor al departamento de Policía.
Cuando los oficiales notan este tipo de problemas en los conductores durante la entrevista de ingreso a Estados Unidos y notan que tienen problemas para hablar y otros síntomas característicos de estar bajo el influjo del alcohol, muchas veces son enviados a una inspección secundaria para detenerlo y evitar que continúe conduciendo en estado inconveniente.
Por lo regular se solicita la presencia de oficiales del departamento de Policía para hacerse cargo del caso, para ser sometidos a pruebas de aliento alcohólico.
Debemos recordar que conducir en estado de embriaguez en Texas se paga con penas severas para quienes operan un vehículo después de consumir alcohol en demasía.
Las leyes de ese estado contemplan límites para la concentración de alcohol en sangre permitida en los conductores. Estos límites son similares la mayoría de los otros estados de la Unión Americana.
El límite para las personas que tengan la edad suficiente para consumir alcohol en forma legal es del 0.08 por ciento. El límite para los menores de edad es del 0.02 por ciento, mientras que los conductores de vehículos comerciales tienen un límite del 0.04 por ciento.
Por ejemplo, se puede estimar que el límite de cervezas para no dar positivo en un control de alcoholemia está entre una y tres para hombres y una y dos para mujeres. Estos límites dependen del tamaño y peso de la persona y otros factores físicos.
Las infracciones son acumulativas y entre más se repitan, las penalidades van aumentando, llegando a penas tan grandes como 2 años de cárcel y hasta 10 mil dólares a la tercera vez de ser sancionado por el mismo motivo.
De acuerdo a la legislación vigente, los acuerdos de reducción de condena por este tipo de imprudencias se encuentran prohibidos en territorio texano.
De esta manera, cruzar a Texas alcoholizado por los puentes podría causarte graves problemas con la justicia.