Esta mañana, cientos de personas se quedaron con sus monedas de cinco pesos en la mano, pues recibieron un "duro golpe" al no poder jugar en las máquinas expendedoras de peluches de un centro comercial situado al sur de la ciudad, ya que amanecieron con sellos de clausura.
Los pegotes fueron instalados por parte del Dirección de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos de Nuevo Laredo, dejando a los fanáticos con un fin de semana sin su afición preferida.
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¿Por qué clausuraron las máquinas de peluches?
De acuerdo a la información de las cintillas, los aparatos fueron clausurados desde el 19 de octubre y no describen el motivo ni tampoco tienen un número asignado en el espacio del folio.
En caso de que los propietarios llegaran a quitar las calcomanías, se harían acreedores a sanciones administrativas tipificadas en los Artículos 7 y 90 del Reglamento de Espectáculos Públicos de Nuevo Laredo.
El Artículo 7 describe que "en todos aquellos lugares donde en forma permanente se verifiquen espectáculos, eventos públicos o privados, deberán contar con una licencia de operación expedida por la Dirección de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos y con el visto bueno de la Dirección de Protección Civil y Bomberos, dicha licencia tendrá vigencia de doce meses y su costo será fijado por la Secretaria de Tesorería y Finanzas".
Mientras que en el Artículo 90 de dicha ley, se menciona lo siguiente:
Artículo 90.- El contraventor de estas disposiciones será multado, y si hay reincidencia, le será retirada definitivamente la licencia respectiva.
En la ciudad se encuentran distribuidas varias decenas de este tipo de negocios, sobre todo a las salidas de las plazas comerciales y son utilizadas por niños y adultos, quienes a cambio de una moneda intentan atrapar con unas tenazas mecánicas algunos de los peluches estratégicamente acomodados en el contenedor.
Los adorables peluches
Los peluches suelen ser coloridos y adorables, lo que atrae la atención de las personas, especialmente de los niños. El aspecto visual atractivo de las figuras hace que la gente quiera intentar ganar uno.
Los aparatos suelen funcionar con un sistema de "garra". A cambio de una moneda de cinco pesos, los jugadores controlan la pinza para agarrar el muñeco. El elemento sorpresa de no saber si lograrán obtener el peluche en cada intento crea un factor de emoción y desafío.
Algunas máquinas expendedoras ofrecen figuras temáticas o basadas en personajes populares, lo que atrae a los coleccionistas. La posibilidad de completar una colección puede ser un fuerte incentivo para seguir jugando.
A diferencia de otros juegos donde solo se obtienen tickets o puntos, en estas máquinas, los jugadores obtienen un objeto físico que pueden llevarse a casa como recuerdo.
Los aficionados neolaredenses esperan que los dueños de los peluches y las autoridades locales diriman sus diferencias y pronto vuelvan a seguir brindando emociones y recuerdos.