En un hecho inusual, pero grato, los conductores que circulaban por la calle Obregón pudieron deleitar el oído al escuchar las nostálgicas melodías que salían de la caja de madera antigua accionada con una manivela: las personas se toparon con un organillero en Nuevo Laredo.
Los músicos se encontraban en la Avenida Obregón y Arteaga tocando melodías clásicas con el inconfundible y dulce sonido de su sus notas musicales.
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Un organillero en Nuevo Laredo
La mayor parte de los pocos organilleros que quedan en la República Mexicana se concentran en la Ciudad de México. Fuera de ahí solo se les puede apreciar esporádicamente en otras ciudades del país.
Estos músicos ambulantes que tocan música tradicional un instrumento mecánico de viento que se asemeja a un órgano pequeño y portátil. Los organilleros giran una manivela para producir música que es generada por una serie de tubos perforados que permiten que el aire pase a través de ellos y produzca sonidos.
Son muy pocos los organilleros que actualmente recorren las calles de las ciudades y pueblos de México. Prácticamente solo se les aprecia en las zonas turísticas, tocando música popular y folclórica. A menudo se asocian con una estética vintage y su música puede evocar un ambiente nostálgico.
Si bien los organilleros han sido una parte tradicional de la cultura musical mexicana, su presencia ha disminuido en las últimas décadas debido a los cambios en las preferencias musicales.
Músicos desplazados
A pesar de ello, algunos organilleros todavía se pueden encontrar en ciertas partes de México y su música sigue siendo una parte única de la cultura musical del país.
Con el tiempo, la influencia de la música de la sociedad han evolucionado, y la música tradicional tocada por los organilleros ha perdido popularidad frente a otros géneros más contemporáneos.
La música grabada y los conciertos en vivo han desplazado en gran medida a la música interpretada en las calles.
SI a esto le aumentamos que en algunas ciudades y zonas urbanas se han implementado regulaciones y restricciones sobre la música callejera, hace que sea más difícil para los organilleros realizar su trabajo.
El organillo
La tecnología ha hecho que la música grabada sea más accesible y económica, lo que ha reducido la demanda de música en vivo, incluida la de estos músico. La gente puede llevar su propia música en dispositivos móviles y reproductores de música.
Además, los organillos son instrumentos mecánicos que requieren un mantenimiento constante. La falta de técnicos especializados para reparar y mantener estos instrumentos también han contribuido a su desaparición.
Antiguamente, el oficio de organillero se transmitía de generación en generación. Actualmente las personas más jóvenes no muestran interés en aprender y continuar con la tradición, por lo que el oficio ha ido desapareciendo gradualmente.
A pesar de estos desafíos, algunos de estos músico callejeros todavía se mantienen activos en ciertas áreas de México y en otros lugares del mundo.
La visita de los organilleros a Nuevo Laredo a menudo es un buen recordatorio de la importancia de preservar una tradición cultural y musical única que forma parte de la historia de su país.