En Nuevo Laredo se cuentan muchas leyendas urbanas, como la de El Payaso, La Casona, La Llorona, pero también hay otra historia que cuentan las personas y se trata de la mujer de blanco que recorre las calles de los kilómetros 12 y 13, al sur de la ciudad.
Esta leyenda se cuenta desde finales de los años 80, cuando dos niños, en aquel entonces jugaban cerca de la medianoche en el patio de una casa, en la calle Francisco I. Madero, frente a la escuela Plan de Ayala. En la esquina con el cruce de la calle Matamoros, salió una mujer con un vestido blanco.
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Un momento que no se olvida
Los niños, hoy personas de más de 40 años, señalan que recuerdan perfectamente ese momento, pues era una mujer que caminaba a paso lento, iba descalza y se dirigía con dirección al fondo de la calle, por donde se ubica el jardín de niños Rafael Tijerina.
De la casa en la que jugaban los niños, salió una pareja de jóvenes con rumbo a la esquina, en aquel entonces las calles no estaban pavimentadas. Al toparse con la mujer, ella sin levantar el rostro, les dijo que le dieran agua. La pareja se quedó helada al escuchar a la mujer a la que jamás le vieron la cara, pues comentan y hasta la fecha recuerdan que era una voz ronca.
Escucharon un lamento horrible
El joven y su novia le dijeron que no tenía y siguieron su camino por la calle Madero. Segundos después escucharon un lamento horrible y finalmente se regresaron a la casa.
Al relatar lo que les había ocurrido, el dueño de la vivienda en la que estaban les dijo que esa mujer la miraban pasar por las noches y que siempre pedía agua.
Algunos lo ven como algo tenebroso, como si fuera un alma en pena, pero otros más señalan que es una señal divina.