Una verdadera canícula infernal nos espera por los próximos 10 días ya que debido al intenso calor de verano el termómetro estará arriba de los 40 grados.
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A estas altas temperaturas tendremos que agregar la ausencia de lluvias, lo que será un impedimento para que alguno de estos días pudiera bajar, aunque sea un poco, el intenso calor.
Canícula infernal
El lunes 11 de marzo será el día con temperaturas más intensas, ya que el termómetro alcanzará dígitos de 43 grados. A esto hay que aumentarle la sensación térmica de 3 ó 4 grados más, lo que provocará que ese día sea el más bochornoso de la semana.
El máximo de probabilidades de lluvias alcanzará solo un 5% en algunos días, lo que vuelve prácticamente nula la oportunidad de que veamos un aguacero.
Alerta por golpe de calor
En esta temporada de calor extremo se pide a la población no exponerse a tiempos prolongados al sol en las horas con mayor calor, mantenerse bien hidratada, usar protector solar y evitar actividades al aire libre cuando el calor está en su punto más alto.
El llamado "golpe de calor" puede llegar a ser mortal por lo que las autoridade de salud mandan alertas a la población para que se trotejan del sol.
Cuando el cuerpo deja los 37 grados para pasar a 40 o más, una persona con la temperatura disparada se pone en peligro de muerte.
Los síntomas son piel caliente, roja y seca, pulso rápido y débil, estado de confusión, convulsiones, respiración agitada y puede no presentarse sudoración.
Sequía
Este año la sequía se ha apoderado prácticamente de gran parte del país, sobre todo en el norte de México y ha provocado que grandes urbes como Monterrey estén pasando por una crisis hídrica que ha obligado al gobierno a racionar el agua y dar el servicio del vital líquido solo por algunas horas al día.
En Nuevo Laredo, a pesar del bajo nivel del Río Bravo, el abasto de agua está asegurado, pero las autoridades llaman a la población a no desperdiciarla.
¿Cuándo lloverá?
Por lo pronto, los próximos 10 días de canícula infernal no existe pronóstico de lluvias. La esperanza se encuentra en la formación de algún sistema ciclónico en el Golfo de México que pudiera provocar con sus bandas nubosas precipitaciones en la región fronteriza.