La Comisión Nacional del Agua (Conagua) declaró el estado de emergencia en Nuevo Laredo y la región, debido a la sequía. Para enfrentarla, la Conagua tomará medidas como la reducción provisional del líquido que se puede extraer, no sólo del río Bravo, sino también de zonas que se encuentren en sequía severa, extrema o excepcional, a fin de abastecer a quienes se encuentren sin este recurso natural, por efecto del fenómeno.
“Todas estas medidas ya las vemos reflejadas, pues el agua que se saca de las presas es únicamente para uso doméstico, urbano, no hay agua para el uso de riego agrícola. Sólo estamos sacando de la presa La Amistad el agua necesaria para el consumo humano”, declaró David Negrete Arroyo, representante de la Comisión Internacional de Límites y Agua (CILA).
Estas medidas fueron publicadas el 12 de julio en el Diario Oficial de la Federación; sin embargo, en Nuevo Laredo y la región, ya se venían tomando con antelación, pues los agricultores son de los más afectados, al no poder contar con el consumo de agua para riego.
En el decreto, en su artículo 4, la Conagua exhorta a los usuarios de las aguas nacionales de los municipios que presenten alguna condición de sequía, conforme al reporte quincenal del Monitor de Sequía de México, a implementar las medidas preventivas y de mitigación contenidas en el Programa de Medidas Preventivas y de Mitigación que corresponda al Consejo de Cuenca en que se ubiquen.
La sequía se ha venido prolongando y causando estragos principalmente en el campo, en la ganadería por la falta de lluvias, aunado al bajo nivel en la presa La Amistad, que es de 24 por ciento.
Sin embargo, Nuevo Laredo tiene garantizado el consumo de agua para sus habitantes.